En Singapur, investigadores han logrado un avance significativo en el campo de la neurociencia al desarrollar un algoritmo llamado MinD-Vis, que tiene la capacidad de decodificar las ondas cerebrales y, en palabras simples, “leer la mente” de los participantes del experimento.
Este innovador proceso involucra a los participantes que observan entre 1,200 y 5,000 imágenes mientras se someten a una resonancia magnética cerebral. Durante este tiempo, la inteligencia artificial trabaja para descifrar las ondas cerebrales y crear una representación visual de lo que el participante está mirando en tiempo real.
La profesora asociada de la Universidad Nacional de Singapur, Juan Helen Zhou, explicó el procedimiento, señalando que “al participante se le presenta una serie de imágenes. Cada una dura 9 segundos con intervalos de otros 9 segundos”. Jiaxin Qing, el investigador líder del proyecto, destacó que “tras recolectar suficiente material, podemos crear un modelo de inteligencia artificial para cada persona, una especie de traductor”.
Es importante destacar que, por el momento, este proceso está diseñado para funcionar con modelos individuales y no es aplicable al público general. A pesar de este avance fascinante, surgieron preocupaciones legítimas en cuanto a la privacidad y los posibles riesgos asociados con esta tecnología.
Como es común en experimentos de esta naturaleza, algunos críticos han planteado preocupaciones sobre la posibilidad de que se pueda obtener información personal sin el consentimiento de las personas, lo que plantea cuestiones éticas y legales importantes. Sin embargo, los científicos responsables del proyecto defienden los beneficios y avances que esta tecnología podría aportar en el futuro.
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