Argentina vivió un vuelco político sin precedentes el pasado domingo 19 de noviembre cuando Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, se consagró como el próximo presidente del país tras superar por aproximadamente diez puntos al candidato oficialista, Sergio Massa.
Este triunfo marcó un hito en la historia democrática argentina de 40 años, llevando a la Casa Rosada a un representante de la extrema derecha, algo nunca antes visto desde el retorno a la democracia en 1983.
Milei logró su victoria principalmente al canalizar las preocupaciones económicas de los argentinos, eclipsando los discursos extremistas con un enfoque contundente en la mejora del bolsillo de los ciudadanos. Su dominio en el Interior del país, especialmente en provincias clave como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, consolidó su posición, mientras que el oficialismo apenas logró imponerse en Santiago del Estero y Formosa.
El presidente electo enfrentará un país sumido en una profunda crisis económica, una preocupación principal para la mayoría de los argentinos. Con una inflación interanual de más del 142%, una tasa cambiaria disparada y un índice de pobreza que ronda el 40%, la misión principal de Milei será mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Sin embargo, el desafío económico no es el único en su camino. La inminente renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, con un endeudamiento de 44.000 millones de dólares, pondrá a prueba la capacidad del nuevo liderazgo para mitigar la presión económica sin comprometer aún más la situación.
La plataforma electoral de Milei, centrada en la implementación de la dolarización, enfrenta escrutinio y dudas por parte de analistas y expertos económicos. Se cuestiona su viabilidad práctica y se teme un posible repunte inflacionario y la depreciación del peso argentino.
Además de los desafíos económicos, la gobernabilidad se perfila como otro obstáculo. Sin mayoría en ninguna de las dos cámaras, la administración de Milei deberá buscar el diálogo con otros sectores políticos para evitar bloqueos en el Congreso y el Senado.
La alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC) otorga una base legislativa sólida en la Cámara Baja con 132 diputados, aunque en el Senado, con solo 28 de los 37 escaños necesarios para la mayoría, el camino para la aprobación de medidas cruciales podría ser más desafiante.
El gobierno de Milei podría enfrentar resistencia por parte de una sociedad acostumbrada a movilizarse en las calles para defender sus derechos y manifestarse contra decisiones gubernamentales. La implementación de algunas de las propuestas de campaña, como cambios en la salud y educación públicas o la derogación de derechos laborales, podría generar tensiones significativas.
En este nuevo capítulo político para Argentina, el país se enfrenta a un territorio desconocido, donde la estabilidad económica y la capacidad de consenso y diálogo se tornan esenciales para el éxito de un gobierno que desafía el statu quo.
Humberto ‘Toto’ Torres