El DIM rescató un empate valioso ante el ‘granate’ y buscará la semifinal la próxima semana.
Más sufrido de lo que se preveía en la previa, así fue el primer tiempo en el Néstor Díaz. Injusto para Lanús, que mereció un poco más, y benévolo con un Independiente Medellín que, tras el minuto 12 de juego, perdió los estribos y se desnaturalizó. Los palos, Chaux y el VAR salvaron al equipo de Alejandro Restrepo en un primer tiempo donde, a punta de fuerza y garra, Lanús lo sometió y lo pudo pasar por encima.
Con línea de 5 atrás, 3 centrales y una tranca en el medio con Baldomero Perlaza y Jaime Alvarado, Medellín dispuso un equipo que, desde el inicio, demostró que era prioridad mantener el cero y el empate era un resultado positivo. Sin embargo, hay formas de sostener el resultado sin necesidad de sufrir tanto y correr detrás de la pelota. Medellín se equivocó en la primera mitad al dejarse ganar por la experiencia. Lanús, agresivo, lo presionó, machacó, estorbó y lo obligó a devolver la pelota de manera casi inmediata. Le propuso un fútbol físico y luchado, una de las fortalezas del ‘granate’, que le hizo daño en el juego aéreo.
Al minuto 30, tras una pelota quieta, Brian Lucciati aprovechó el desorden después de un rebote que descompensó la defensa del Medellín y marcó. Victor Sampaio fue llamado por el VAR y el gol se anuló por un ajustado fuera de juego en la acción previa al rebote. Pasaron 6 minutos y se concedió un penal para Lanús. Dos acciones claves en menos de 10 minutos indicaban que el equipo antioqueño no la pasaba bien. Por fortuna, el VAR nuevamente llamó a Sampaio, quien se retractó al considerar que no había falta contra Loaiza.
Con un poco de fortuna y aguantando dentro de sus posibilidades, Medellín intentó mantener el orden y se adaptó a un juego con poca calidad y más disputado, en el cual la pelota había que dividirla menos y marcar la diferencia en los duelos.
Para la segunda mitad, el equipo se sintió más cómodo. Lanús continuó buscando insaciablemente el gol de la ventaja. Los números lo reflejan: 28 remates, 8 de ellos al arco, pero sin eficacia. A medida que avanzaron los minutos, el DIM se hizo fuerte y puso el partido mano a mano. Al final, el resultado es lo más importante. Más allá de las condiciones en las que se dio el juego, Medellín mantuvo el 0 y, en otras condiciones que influyen en el trámite pero no condicionan el juego de vuelta, buscará meterse por primera vez en las semifinales de la Copa Sudamericana.
“Ojalá podamos ganar la serie para estar en la semifinal, algo que hace mucho tiempo un equipo colombiano no consigue. Pero eso no nos distrae; pensamos como institución, pensamos como club y equipo en seguir potenciando este grupo de jugadores. Estamos orgullosos de representar a nuestro país en esta instancia.”
El juego de vuelta se disputará el próximo miércoles a las 7:30 p.m. en el estadio Atanasio Girardot, que nuevamente estará a disposición de los equipos antioqueños, tras la clausura del Mundial Femenino Sub-20.
Alexander Cortés