Un año después de que la Superintendencia Financiera de Colombia emitiera la resolución 007 del 17 de marzo de 2020, con la cual le permitía a los bancos establecer periodos de gracia o prórrogas de 120 días para el pago de las obligaciones por parte de los consumidores y que luego se convertiría en el Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD), más de 64.000 ciudadanos se unieron a una campaña en Change.org para denunciar abusos e irregularidades relacionadas con estas ayudas y exigir investigaciones y sanciones contra las entidades financieras que, según los firmantes en la plataforma, dieron alivios presuntamente fraudulentos.
Si bien estos apoyos han sido una especie de milagro para más de 2.41 millones de colombianos que redefinieron créditos hasta por $35.8 billones (con corte a marzo de 2021) lo cierto es que, de acuerdo a la Superfinanciera, se radicaron ante la entidad 2.186 quejas durante el 2020, afirmando que los alivios prometidos por los bancos en el marco del programa PAD para redefinir las deudas en diferentes líneas de crédito durante la pandemia no se cumplieron. Entre las categorías en las que se hicieron estas reclamaciones, se encuentran: alivios (1.960), alivios microempresarios (28), alivios pyme (28), otros alivios Covid-19 (120) y auxilio del gobierno para el cesante (170).
A nivel general, otros datos de la Superfinanciera confirman que el año pasado a nivel general se interpusieron otras 22.487 quejas por la falta de claridad de los bancos respecto a los alivios financieros y por el aumento de intereses y cobros que no estaban claros. Según la entidad, el 44,33% de las reclamaciones se relacionan con preocupaciones de los usuarios, porque a pesar de que les ofrecieron el beneficio, este nunca se hizo efectivo, y por el contrario las cuotas de manejo de sus productos financieros subieron exponencialmente. El restante 55,67% fueron quejas asociadas a inconformidades con las ayudas.
En porcentajes, los casos fueron denunciados así: inconformidad con la aplicación de los alivios (39,11%), la no resolución de las peticiones (29,67%), dificultades en la comunicación con las entidades (16,80%), y demoras en la prestación de servicios o no confirmación del pago (32,25%).
Por su parte, Asobancaria por medio de su presidente, Hernando José Gómez, en un reciente comunicado y en defensa del sector financiero, informó que, “hasta el momento, las entidades bancarias han refinanciado, dado prórrogas y diferentes alivios a los usuarios. Esto ha implicado que los bancos tengan que elevar sus provisiones. Además, se ha logrado una reducción en las cuotas mensuales de los créditos en 27 a 28%, las tasas de interés se mantuvieron o se redujeron, y eso se puede soportar con las estadísticas de la Superfinanciera”, dijo.
Sin embargo, otra es la historia que cuentan los cerca de 64.300 ciudadanos que han firmado la petición en Change.org, quienes afirman que las supuestas ayudas financieras terminaron convirtiéndose en una pesadilla, luego de ver que el valor de los intereses de sus créditos se incrementó considerablemente o que el número de cuotas de sus préstamos se extendió sin su consentimiento.
Precisamente, una de las personas afectas por esta situación es Beatriz Piñeiros, una mujer caleña de 31 años, maestra de artes, que creó la campaña (https://www.change.org/
“Es evidente que luego de los aparentes alivios económicos, las entidades financieras se beneficiaron sistemáticamente de la situación al cobrar mucho más que antes por los mismos créditos y pagos por parte del deudor, dineros que se han ido por completo a los intereses y no reducen el capital”, señaló.
Igualmente, el exsecretario de Integración Social, Jorge Rojas, comentó recientemente en su cuenta de Twitter que fue víctima del “alivio financiero” que le dio su banco y que si bien, le congelaron tres meses la cuota de sus créditos hipotecarios, le empezaron a cobrar intereses diferidos a seis meses.
Esta petición es una de las tendencias más virales en este momento en Change.org y en redes sociales con el #NoFueUnAlivioFueUnAtraco; de hecho, unas 800 personas la firman cada minuto. Hasta el momento, la campaña ha sido compartida más de 14 mil veces en la plataforma.
Para Jonatan Rodríguez, director de Change.org en Colombia, “estas no son solo cerca de 64.000 firmas digitales, este es un movimiento ciudadano que ha ido creciendo en los últimos años impulsado por la profunda inconformidad de los colombianos con los bancos y la urgencia para que las autoridades respondan. Una batalla del estilo de David contra Goliat por una mayor justicia económica y financiera en el país”, comentó.
Rodríguez agrega que esta campaña no va a parar y con acciones como una entrega de las más de 64.000 firmas recolectadas en Change.org, la creadora de la petición planea exigir al Superintendente Jorge Castaño que dé una respuesta e investigue y sancione a los bancos que hayan tomado ventaja de los alivios que brindaron a sus clientes.