En una determinación bastante destacada de la política exterior, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un conjunto de medidas en el territorio en disputa con Guyana, la Guayana Esequiba, generando preocupaciones y tensiones en la región.
Maduro presentó un plan de acción que incluye el otorgamiento de licencias para la explotación petrolera y el despliegue militar en áreas cercanas al territorio disputado, aunque por el momento no se ha anunciado una incursión directa en la zona en litigio.
El mandatario venezolano, respaldado por ministros, militares y otros funcionarios, dejó en claro que buscan resolver la situación territorial, advirtiendo a Guyana sobre la necesidad de solucionar el problema de manera pacífica o, de lo contrario, tomar medidas.
Entre las medidas anunciadas se encuentra la creación de una división militar para atender la zona en cuestión y la prohibición de contratar empresas que operen en áreas marítimas que Venezuela considera pendientes de delimitar. Maduro también instó a la estatal petrolera Pdvsa a otorgar licencias para la exploración y explotación de recursos en la Guayana Esequiba.
Estos anuncios provocaron reacciones inmediatas, generando preocupaciones en la región debido a la tensión que podría generar esta situación, especialmente por la falta de consulta a las comunidades indígenas que habitan en esa área y que se verían directamente afectadas por estas decisiones.
Las acciones propuestas por Maduro podrían tener un impacto significativo en el mapa político y económico de la región, planteando interrogantes y debates sobre la legalidad y las implicaciones de estas medidas en el ámbito internacional.
Estas decisiones han despertado preocupación en la comunidad internacional, generando una situación de incertidumbre sobre el futuro de esta zona en disputa y las posibles consecuencias de las acciones anunciadas por el gobierno venezolano.
Humberto ‘Toto’ Torres