En las últimas semanas, los consumidores han reforzado sus medidas de seguridad para disminuir el riesgo de contraer enfermedades, sobre todo al momento de hacer sus compras. Ante ello, no sólo se ha vuelto una prioridad visitar establecimientos comerciales seguros y elegir productos en envases que aseguren la integridad de los alimentos, sino también, la preocupación de que las superficies de estos productos o envases puedan ser transmisoras de las variantes del virus Sars-CoV-2.
En este contexto, Martin Lappann, Director de Microbiología de Tetra Pak, asegura que las infecciones del Covid-19 por contacto con superficies o envases son extremadamente improbables debido a que una infección vírica solo se puede producir a partir de un número elevado de partículas infecciosas. Es difícil que dicha cantidad sea recogida de una superficie contaminada, pues el virus SARS-CoV-2 queda inactivo rápidamente al estar fuera de un huésped humano o animal.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses y la Organización Mundial de la Salud consideran que la probabilidad de infectarse con coronavirus a partir de productos alimenticios o sus envases es muy baja y mantener los procedimientos higiénicos ya conocidos, como evitar tocarse la boca, nariz y ojos, y lavarse las manos constantemente, elimina el riesgo restante de contraer el virus.
Si bien muchas familias han optado por consumir únicamente alimentos preparados en casa como medida de prevención, el verano, las vacaciones escolares y el reinicio de muchas actividades traen consigo la necesidad de tener a la mano productos que puedan ser fácilmente transportados y consumidos. Para tranquilidad de los consumidores, existen envases que pasan por procesos de envasado en entornos cerrados y estériles, como es el caso de los envases asépticos de Tetra Pak.
El experto explica que, a través de tres etapas de esterilización, los virus y bacterias son eliminados tanto del equipo que se usa antes de la producción, el alimento en sí mismo y la superficie exterior del envase. De este modo, la comida queda protegida de cualquier agente externo, incluido el aire y la luz. En los estantes de las tiendas y supermercados, el producto se mantiene seguro pues el virus no puede sobrevivir mucho tiempo en la superficie.
Finalmente, Martín Lappann recomienda no lavar los envases de cartón, ya que, al hacerlo los residuos de agua podrían quedar atrapados en los pliegues y sellos del envase. De ese modo, involuntariamente el consumidor podría generar la proliferación de moho en la superficie, provocando reacciones alérgicas y contaminando los alimentos.