Luego de la sustentación hecha por la Secretaría de Cultura y diferentes actores de la salsa de Santiago de Cali, ante el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC), este organismo adscrito al Ministerio de Cultura le dio el sí al ‘Complejo Musical Dancístico de la Salsa Caleña’ para que continúe el camino hacia la inclusión en la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación
Andrea Buenaventura, gerente de la Carpa Delirio, un espectáculo de salsa, circo y orquesta hecho en Cali, celebró que se empezó a hacer camino para la salsa, “que ha tenido un permanecer muy desde el barrio con poco apoyo gubernamental, lo cual hace que este proceso sea mucho más meritorio. Cali tiene cerca de 70 escuelas de baile con más de 2500 bailarines profesionales que merecen la atención que a su vez traiga la protección de estos colectivos sobre todo en época de pandemia”, manifestó en entrevista con el Portal Informativo Colmundo.
“Colombia es un territorio diverso que se comunica a trevés del baile y Cali una ciudad que lleva la salsa arraigada, una ciudad pluriétnica y multicultural que recibe influencia del pacifico colombiano desde Buenaventura, Nariño y el mismo Cauca, sin dejar de lado la influencia internacional importante en los años 70 que viene desde New York, Cuba y Puerto Rico y con Richie Ray y Bobby Cruz, llega la salsa dura que nos gusta a los caleños y todo esto lo adoptamos como una forma de comunicarnos, pero lo más importante es que adoptamos nuestra propia forma de bailar. En todo esto hay un componente genético importante que ha hecho que hoy la salsa florezca y quiera tocar esos linderos del patrimonio cultural”, añadió.
Buenaventura agregó que “la salsa esta afinada en todas las capas de la sociedad y por fortuna no tiene distingo social y desde sectores tan tradicionales y amplios de nuestra ciudad como el distrito de Agua Blanca, surgen el arte y la cultura para brindar a los jóvenes una mirada nueva hacia su presente y su futuro y que en muchísimos casos los ahuyenta de caminos donde no los queremos ver”.
Concluyó diciendo que “A pesar de los diversos ritmos que se escucha en Cali, la salsa sigue siendo la esencia y la melodía con la cual los caleños quieren terminar su día.”