Tras el despido de la actriz mexicana Melissa Barrera, quien ha sido protagonista de las últimas dos películas de la saga ‘Scream’, en la séptima entrega después de emitir su opinión en redes sociales sobre el conflicto entre Israel y Palestina.
“Actualmente, Gaza está siendo tratada como un campo de concentración. Arrinconan a todo el mundo junto, sin que tengan a dónde ir, sin electricidad ni agua. La gente no ha aprendido nada de nuestra historia. Y al igual que en nuestra historia, la gente sigue observando en silencio cómo sucede todo. Esto es un genocidio y una limpieza étnica”, fue el mensaje que escribió la actriz.
Después del mensaje de Barrera, que generó diferentes comentarios en internet, la productora ‘Spyglass’, responsable de la saga ‘Scream’, publicó un comunicado explicando su decisión:
“La postura de ‘Spyglass’ es muy clara: tenemos cero tolerancia con el antisemitismo o la incitación al odio sea de la forma que sea, incluyendo las falsas referencias al genocidio, la limpieza étnica, la distorsión del Holocausto o cualquier cosa que cruce flagrantemente la línea del discurso de odio”.
Ahora, se conoció que Jenna Ortega, la co-protagonista de las dos últimas entregas, abandonó oficialmente el proyecto, presuntamente debido a conflictos de programación con la temporada 2 de ‘Merlina’ de Netflix, pero internautas especulan que lo hizo por el injusto despido de su colega.
En la noche del miércoles 22 de noviembre, Melissa publicó unas historias en su cuenta de Instagram lo siguiente: “Ante todo, condeno el antisemitismo y la islamofobia. Condeno el odio y los prejuicios de cualquier tipo contra cualquier grupo de personas”.
La artista siguió expresando que como latina y orgullosamente mexicana, siente “la responsabilidad de tener una plataforma que me brinde el privilegio de ser escuchada, y por eso he tratado de usarla para crear conciencia sobre temas que me importan y para prestar mi voz a los necesitados”.
Se continúa leyendo en el texto que “todas las personas en la Tierra, independientemente de su religión, raza, etnia, género, orientación sexual o estatus socioeconómico, merecen igualdad en derechos humanos, dignidad y, por supuesto, libertad. Creo que un grupo de personas no es su liderazgo y que ningún órgano de gobierno debería estar por encima de las críticas”.
“Es necesario que no haya más violencia y que haya una coexistencia pacífica. Continuaré hablando por aquellos que más lo necesitan y seguiré abogando por la paz y la seguridad, por los derechos humanos y la libertad. Para mí, el silencio no es una opción”, concluyó.
Dayineth Molina