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La Organización Internacional de Energía Atómica ha dejado claro que Irán se encuentra en una carrera desbocada por producir armamento nuclear.

 ASTROLABIO # 163/ VIE 22 JULIO 2022

Ese armamento nuclear será utilizado por los persas para tratar de intimidar no solo a Israel sino a los Estados árabes que no comulgan con sus pretensiones.

En su carrera expansionista por el Medio Oriente, Irán ha sabido aprovechar muy bien la  abrupta retirada de los EEUU de Siria, Irak y Afganistán.

De tal modo, se siente a sus anchas para librar una ‘guerra subsidiaria ampliada’ ( GSA ) que es como aquí llamaremos a ese tipo de guerra encargada a terceros ( proxy ) pero con dimensiones transnacionales, afectando simultáneamente a varias sociedades de una misma región, o fuera de ella.

Es así como Teherán no escatima esfuerzos para propagarse en América Latina y el Caribe  y, particularmente, en el Levante y la península arábiga, tomando posiciones en el Líbano y en Siria, pero también en Gaza y Yemen, desde donde lanza ataques contra los Saudíes, o los Emiratos Árabes Unidos.

Podría pensarse, entonces, que ante semejante cúmulo de evidencias, los principales interesados en refrenar esa voracidad serían la Unión Europea y los EEUU.

Pero no.

Los europeos están raquíticos en materia energética y, al igual que los EEUU, necesitarán de toda suerte de proveedores hasta que, algún día, alcancen la independencia de Rusia.

Adicionalmente, saben que contrariar a los persas puede acercarlos a la ‘asociación estratégica ilimitada’ ( AEI ) suscrita por el Kremlin y Beijing el pasado 4 de febrero.

En tales condiciones, europeos y norteamericanos se empeñarán en la tarea de lograr un acuerdo con Irán, aún a sabiendas de que, en cualquier instante, serán burlados y traicionados ( nuevamente ).

En definitiva, a los israelíes y a los árabes libres no les queda otro remedio que conformar una alianza propia, una especie de OTAN en Oriente Medio que, eventualmente, podría incluir a los turcos.

De hecho, los trascendentales Acuerdos de Abraham entre Israel y algunas monarquías del área han sido el primer paso en esa dirección.

Y la valiosa experiencia del Consejo de Cooperación en el Golfo, conformado por las mencionadas monarquías en el mar Arábigo, el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico, aportará recursos de gran importancia estratégica.

De hecho, aventurándonos un poco en esa dirección, aprovechamos esta columna para sugerir un nombre, de tal forma que, en pocos meses, pudiésemos estar hablando de la ‘Organización para la Seguridad Compartida en Medio Oriente’ ( OSCOM ).

 

vicentetorrijos.com