Ministerio de Salud explicó por qué el Gobierno no ha revelado sus contratos para las vacunas contra el Covid-19
13 enero, 2021
Fedepalma y sector palmero de Santander donan insumos y elementos de bioseguridad a hospitales de la región
18 enero, 2021

La mejor broma con la que se ha estrenado el año es la solicitud de Irán a la Interpol para que arreste a Trump y a casi medio centenar de funcionarios del Pentágono y comandantes regionales.

 ASTROLABIO # 84 / VIE 15 ENERO 2021

Alega el régimen persa que la muerte violenta de su jefe de operaciones especiales en el extranjero, hace un año, fue un acto de terrorismo de Estado patrocinado por los EEUU.

Como si fuera poco, ha preparado un expediente de mil páginas para acusar a Trump ante la Corte Penal Internacional responsabilizándolo de los hechos.

Con todo ello, la camarilla iraní en el poder desconoce lo que ya Interpol le recordó hace pocos meses, esto es, que la institución no se creó para ejecutar "intervenciones o actividades de carácter político, militar, religioso o racial".

De igual manera, olvida que la Corte Penal no tiene la misión de actuar sobre infundios ni bajo premisas ideológicas o sesgos políticos.

Dicho en otros términos, Irán quiere señalar como culpable a los EEUU soslayando que la fuerza Quds, comandada por Soleimani y cuyos tentáculos se extienden hasta Venezuela en ayuda a la dictadura de Maduro, ha sido calificada como una organización terrorista empeñada en desestabilizar el Medio Oriente y atacar a Israel.

Por tanto, evade que -más allá de la legítima defensa que ampararía en todo caso a Washington y Jerusalén-, son muchas las fuerzas, corrientes y organizaciones que podrían haber estado interesadas en la desaparición de Soleimani, más aún si se tiene en cuenta la pugna irreductible entre chiíes y suníes en toda la región.

Como sea, el ministro de Inteligencia iraní ha confesado -sin rubor alguno- que su país prepara "una venganza dura, en el momento adecuado", conducta ilegal, propia del integrismo, que no es extraña en un régimen guiado por el afán de eliminar sistemáticamente a quienes consideran infieles.  

Por tanto, no es casual que hace pocos días los controladores de tráfico aéreo de Nueva York hayan captado un audio, difundido luego por la CBS, en el que se afirma, “ ... estrellaremos un avión contra el Capitolio y Soleimani será vengado".

Como es apenas obvio, el FBI declaró inmediatamente que se toma “en serio todas las amenazas violentas contra la seguridad pública", sobre todo si se relaciona el hecho con la delicada situación institucional que viven los EEUU en materia presidencial.

Así, pues, los golpes que a lo largo del año han recibido los persas fundamentalistas en el poder no parecen suficientes para desanimarlos de proseguir con su comportamiento amenazante y hostil.

Por el contrario, la navegación en el Golfo sigue viéndose afectada recurrentemente, al igual que la estabilidad en el vecino Irak, en tanto que el enriquecimiento de uranio resulta a todas luces imparable.

Llegados a este punto, la unidad de las democracias occidentales contra el extremismo parece más importante que nunca a fin de impedir que los terroristas se salgan nuevamente con la suya.

Cualquier actitud apaciguadora, contemporizadora o complaciente solo serviría justamente para eso : para facilitarles la tarea a los sicópatas y socavar la integridad de la democracia occidental.   +++

* * * 

 

vicentetorrijos.com