El barrilete cósmico obtuvo este galardón luego de ser considerado el mejor jugador del Mundial de México 1986.
El próximo 6 de junio, el Balón de Oro otorgado a Diego Armando Maradona en el ’86 será subastado a las afueras de París. El balón se había dado por desaparecido en los últimos años, hasta que un coleccionista lo encontró por casualidad.
La casa de subastas Aguttes, ubicada al oeste de París, exactamente en Neuilly sur Seine, anunció la subasta del histórico objeto de colección que se estima podría superar los 12 millones de euros.
Cabe recordar la importancia que tiene este objeto de colección, siendo un balón conmemorativo de un Mundial soñado para Maradona y Argentina, en el cual el ‘pelusa’ maravilló al mundo con una velocidad descomunal, las gambetas que rompieron la cintura de los gigantes europeos, el mejor gol en la historia de los Mundiales que significó un escupitajo a los ingleses luego de las Malvinas y un título del mundo que pareció, Maradona solo, le obsequió a Argentina.
Este premio al mejor jugador de México ’86 guarda una curiosa historia detrás de él. Guardado en un cofre de un banco de Nápoles donde jugaba Maradona, fue robado en 1989 por un grupo de asaltantes pertenecientes a la mafia, según cuenta la revista ‘France Football’ (FF).
Desde entonces, la huella del Balón se pierde. Aunque la versión de varios de los que participaron en el atraco era que había sido fundido para hacer lingotes de oro, esta hipótesis pierde fuerza al conocerse que el premio no es de oro macizo y sí de latón.
Pasaron así 26 años de misterio, desde 1989 hasta 2016, hasta que el modesto coleccionista Abdelhamid B., hoy de años, lo compró, sin saber exactamente de lo que se trataba, expone ‘FF’.
El coleccionador adquirió por algunos cientos de euros una caja que contenía otros premios (algunos de plástico, otros de mármol falso) en la casa de subasta Drouot-Montmartre, donde terminan los bienes que no se han vendido en el palacio Drouot, uno de los principales puntos de subastas de París.
El franco-argelino tardó, no obstante, varios años hasta saber que se trataba del Balón de Oro de Maradona, ya que pensó, en un primer momento, que era una distinción de balonmano.
Finalmente, ató cabos y logró confirmar que era el del ‘Pibe’ con dos peritajes de alta tecnología basados en dos pequeños defectos en los dibujos del balón.
Alexander Cortés