Esta semana en medio de un proceso de divorcio entre una pareja, que se disputa la custodia de sus mascotas con los que conformaron hace aproximadamente 6 años, lo que se denomina como una ‘familia multi-especie’, el juzgado de familia emitió una orden de embargo de las mascotas.
Como primer recurso, la dueña alegó a favor de sus mascotas, e interpuso una acción de tutela en la que argumentó: “Mis perros son seres sintientes y no deben ser tratados como objetos”. Agregó: “Mi hijo ha desarrollado un lazo de fraternidad con los perros, ya que desde que nació, ellos han estado en su vida y se han convertido en esa compañía con la que se entretiene y que brindan amor”.
Paso seguido, la Corte Suprema de Justicia denegó la solicitud y argumentó que la justicia tiene toda la potestad para embargar animales. Con relación a este tema, el Congreso de Colombia en la ley 1774 de 2016 constituye en el artículo 1: “Los animales como seres sintientes no son cosas, recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los humanos, por lo cual en la presente ley se tipifican como punibles algunas conductas relacionadas con el maltrato a los animales, y se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policivo y judicial.”
A raíz de toda esta discusión, el magistrado Wilson Quiroz dejó en firme que la Corte Suprema desaprovechó su única oportunidad de poder hacer uso del término “familia multi-especie”, puesto que las mascotas son parte de la familia.
Para aclarar, el término “familia multi-especie” hace referencia a aquellas familias que consideran a su mascota como un miembro de esta y no se toma como un animal más. De ser considerado un término legal, Romeo y Salvador las mascotas en disputa legal, como otras, tendrían un trato diferente y sus derechos les darían un giro a casos como este.
En EE.UU las estadísticas indican que hay más perros y gatos que infantes en los hogares, incluso en Colombia, la Universidad Nacional en la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, realizó una encuesta que arrojó como resultado que el 40% de los hogares colombianos, tienen familias multi-especie.
Para el magistrado Quiroz: “En estos casos la justicia debería tratar a las mascotas, como en los casos regulares de familias con hijos, en los que se establece quién debe correr con la manutención, a qué miembro se le entrega la custodia y si habrá derecho a visitas o no”.
Finalmente, para el caso de Salvador y Romeo queda esperar si este se remite a la Corte Constitucional para unificar la jurisprudencia a los embargos de los animales que son compañía y familia.
Escrito por: Daniela Borbón Olaya