Una tragedia sacude a la familia Berrío en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá. Greiber, un joven de 19 años, fue brutalmente atacado por una jauría de nueve perros callejeros cuando se dirigía a su hogar en el barrio Bosa Potrerito.
Los animales lo agredieron de manera feroz, propinándole al menos 150 mordeduras en distintas partes del cuerpo, siendo sus orejas las más afectadas. Alarmados por la escena, los vecinos del sector dieron aviso inmediato a las autoridades para que auxiliaran al joven.
Inicialmente, Greiber fue trasladado al Hospital de Bosa y posteriormente remitido al Hospital de Kennedy. Su padre, Guillermo Berrío, informó que las heridas provocaron una grave infección, lo que llevó a la amputación de sus brazos. Los médicos confirmaron que su estado de salud es crítico.
Las cifras sobre ataques de perros en la ciudad reflejan una tendencia preocupante. Según datos oficiales, entre enero y agosto de 2023, la Subred Sur Occidente atendió 1.145 casos de mordeduras, cifra que aumentó a 1.188 en el mismo período de 2024, de los cuales 379 fueron clasificados como de alta gravedad. Pese a este incremento, no se han tomado medidas contundentes por parte de las autoridades.
La concejal de Bogotá, Clara Lucía Sandoval, fundadora y exdirectora del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), expresó su solidaridad con la víctima y su familia, al tiempo que cuestionó la inacción de las entidades responsables. Denunció que la comunidad había reportado al menos cinco ataques previos en la misma zona sin obtener una respuesta efectiva.
“Si esta es la situación en una sola subred de salud, ¿qué está ocurriendo en el resto de la ciudad?”, planteó la concejal, quien además advirtió que la crisis podría estar vinculada a la reducción de programas de esterilización y prevención implementados por el IDPYBA.
Ante este grave panorama, Sandoval exigió respuestas a la Secretaría de Salud y a la administración distrital. Solicitó esclarecer qué reportes previos existían sobre ataques en la zona, qué medidas se adoptaron tras las denuncias y cómo se manejó la situación con los perros agresores, además de si hubo coordinación con el IDPYBA para una intervención integral.
La protección de la vida y la seguridad de los ciudadanos no pueden seguir dependiendo de la indiferencia institucional. Se requiere una acción inmediata y coordinada para evitar que hechos como este se repitan.