El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este martes una orden ejecutiva que restringirá de manera significativa las solicitudes de asilo en la frontera con México, constituyendo una de sus políticas migratorias más estrictas y que se implementa en plena campaña para las elecciones generales de noviembre.
Biden afirmó que la falta de acuerdo con los republicanos no le dejó otra alternativa, tras no haber logrado un pacto bipartidista sobre la frontera. En consecuencia, la orden entra en vigor este mismo martes. Una de las razones es que ya se ha superado la cifra de 2.500 detenciones con un promedio de 4.200 arrestos diarios ocurridos en el mes de abril, la última cifra oficial disponible.
La medida representa una ruptura con un protocolo vigente durante décadas y prohibiría a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera solicitar asilo una vez alcanzado un umbral diario. Esta regulación podría activarse y desactivarse, y se levantaría cuando el promedio diario de encuentros entre puertos de entrada sea inferior a 1.500.
Sin embargo, si los migrantes no pueden demostrar que califican para asilo bajo este estándar más riguroso, serán deportados en cuestión de “horas” o “días”, según indicaron los funcionarios.
En tal caso, la situación variará según la nacionalidad del migrante o solicitante de asilo. Aquellos que sean mexicanos o nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela serán devueltos directamente a México en virtud de acuerdos previos de Washington con las autoridades mexicanas.
Por otra parte, informaron que aquellos que lleguen a la frontera desde otras regiones, tanto dentro como fuera del continente americano, como Colombia o Ecuador, serán deportados en vuelos de repatriación.
La normativa contempla excepciones: los menores no acompañados que viajan hacia el norte no están sujetos a las restricciones, al igual que las víctimas de trata de personas, aquellos que enfrentan una emergencia médica aguda o una amenaza extrema para su vida y seguridad.
Asimismo, comunicaron que los protocolos para solicitar asilo volverán a relajarse una vez que esa cifra disminuya a 1.500 en promedio durante 14 días, lo que podría ser difícil de alcanzar ya que la última vez que el promedio de detenciones bajó a 1.500 fue en julio de 2020, en plena pandemia.
Esta orden se da a seis meses de las elecciones, en las que Biden aspira a ser reelegido para un segundo mandato y se enfrentará nuevamente al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya campaña ya ha criticado la medida.
Paola Martínez Burgos