El estratega brasileño generó gran expectativa por sus buenos resultados en la segunda división de Brasil.
Tras oficializarse la incorporación de Dorival Junior como nuevo entrenador de la Selección Brasileña, en reemplazo de Fernando Diniz y como apuesta a largo plazo, tras conocerse la renovación de Carlo Ancelotti con el Real Madrid.
San Pablo, club en el cual se desempeña el jugador colombiano James Rodríguez, inició la búsqueda de un entrenador para afrontar el 2024. El equipo paulista tuvo un repunte la campaña anterior, ascenso que le permitirá jugar este año la Copa Libertadores, además del torneo brasileño, del cual terminó décimo primero la temporada pasada.
El exjugador Thiago Carpini de 39 años fue confirmado como nuevo entrenador de San Pablo, decisión que sorprendió a propios y extraños, ya que la mejor palabra para describir al nuevo técnico del ‘Tricolor’ es “apuesta”.
El nacido en Valinhos, Brasil, cuenta con una corta pero exitosa experiencia desde el banquillo. Tras anunciar su retiro del fútbol profesional en 2017, dio sus primeros pasos como técnico en 2019, tomando el mando del club Guaraní. Posteriormente, pasó por Oeste, Inter de Limeira, Santo André, Ferroviária, Água Santa y Juventude.
Con Água Santa se destacó en 2022, llevando al equipo a la final de la Copa Paulista, eliminando en cuartos de final a San Pablo y perdiendo en la definición ante Palmeiras. En su más reciente campaña, dirigió a Juventude en la segunda división de Brasil, club con el que consiguió números importantes y terminó segundo de la clasificación, resultado que le dio el ascenso a primera división y lo puso en boca de grandes clubes en Brasil.
Además, Carpini cuenta con la licencia UEFA en Portugal.
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En una entrevista, el entrenador destacó algunas características de su idea de juego, propuesta que le podría convenir a James Rodríguez, ya que Thiago Carpini recalcó ser un técnico ofensivo que disfruta de tener la posesión del balón.
“Tengo algunas cosas en las que creo mucho del fútbol, tener un equipo vertical, disfrutar de tener el balón, buscar el gol todo el tiempo, ser ofensivo, pero buscando el equilibrio. Organizando la parte defensiva, empiezo a organizarme ofensivamente. Soy de una línea a la que le gusta el juego de posesión, estar de pie, construir, no tener el balón en disputa, no tirar a portería todo el tiempo. Al tener más el balón, empezamos a controlar más el juego y empezamos a crear alternativas de juego”.
La relación entre Carpini y James Rodríguez será muy importante, pensando en que el jugador colombiano logre ganarse un lugar en el equipo titular, tenga continuidad y competencia esta temporada, con el fin de encontrar un punto de equilibrio en su rendimiento, algo que le ha costado desde hace ya varios años.
Además de ser un reto futbolístico, Carpini también deberá lidiar con los egos de un camerino que cuenta con figuras como Alexander Pato, Lucas Moura, Rafinha y James Rodríguez.
Alexander Cortés