Una de las propuestas que se le ha escuchado, incluso en campaña, al elegido presidente Petro, es la desvinculación de la Policía Nacional del Ministerio de Defensa. Se especula, incluso, cuál sería el destino o el ente al cual quedaría adscrita la institución uniformada.
Para analistas, esta decisión, más allá de ser una propuesta de alivio puede convertirse en un vacío y problema para el País y la seguridad. Desde problemas de orden público acerca de quién cuidaría las calles y vías del País o, si en su nueva transformación, la policía seguiría con esas funciones.
El ministro Iván Velásquez dijo, sin sombra de duda, que la Policía haría parte del Ministerio de Paz, Convivencia y Seguridad. Para Velásquez sería más que una preocupación, un cambio donde ganaría tanto la institución como el Estado Social de Derecho.
Respecto a las preocupaciones de los miembros activos de la Policía, si perderían algunos privilegios y derechos, el ministro dijo: “El presidente Petro, pretende que haya para policías y soldados beneficios, garantías de salud, vivienda, y que no habrá ninguna restricción, ninguna reducción en los beneficios de los que actualmente gozan los miembros de la Policía cuando sea adscrita al Ministerio de Paz”.
Dentro de los temores o prevenciones que traería la llegada del nuevo ministro, está la posible cacería de brujas; es decir, “la posible persecución de algunos miembros de la Policía por sus acciones’ en cumplimiento de sus funciones y fuera de estas’, donde las formas y maneras de los uniformados ha quedado en entredicho.
Es importante recordar que en jornadas donde la policía y los civiles se enfrentaron, el ministro en nombramiento hizo fuertes críticas a miembros de policía y su accionar desproporcionado contra civiles. Asimismo, aseguró que muchos de estos actos no pueden quedar en la impunidad. No obstante, aclaró que estás acciones no son en contra de la institución; se realizarían para dejar garantía de los procedimientos bien hechos y garantizar el Estado Social de Derecho.
Adicionalmente, Iván Velásquez, aseguró: “Las fuerzas militares y de Policía pueden tener absoluta tranquilidad que este no va a ser un gobierno de venganzas, “ni de persecuciones ni odios”.
¿Se acabaría el ESMAD?
Según lo aclarado por Velásquez, es un tema que está en evaluación y que es de mucha atención por parte del gobierno entrante.
En la discusión pública, se han expuesto varios argumentos sobre el futuro que debería tener el ESMAD. De esta manera, las tesis confluyen a la eliminación o reforma de la entidad. El ministro entrarte aseguró de forma categórica: ” Lo cierto es que este ESMAD como se conoce actualmente no puede continuar”.
Para analistas, el cambio de la Policía tiene riesgos, uno de ellos, es la posible politización de la institución. Por esto, la mayor duda, y al mismo tiempo el más alto desafío, es ‘el cómo’ se haría el traslado al ministerio de la paz.
Escrito por Humberto ‘Toto’ Torres.