La liga de fútbol de Irán prohibió el ingreso de las mujeres al estadio Yadegar Imam de la ciudad de Tabriz en la provincia de Azerbaiyán Occidental.
A lo largo de 40 años, la República Islámica de Irán no permitió la asistencia de mujeres a los estadios, una tradición o tabú que se rompió en 2019, tras el juego que enfrentó a la selección de Irán y Camboya. A aquel partido asistieron aproximadamente 3,500 mujeres. La sorpresiva decisión se produce después de que la FIFA y la Confederación de Fútbol de Asia se lo pidieran a las autoridades iraníes en una carta conjunta.
Paulatinamente, los clubes han venido permitiendo el ingreso de mujeres a los partidos, siendo el Tractor de Trabiz, el último club en recibir ese permiso, licencia que solo le ha durado un compromiso.
“De acuerdo con los problemas de comodidad observados respecto a las mujeres y la falta de garantía de la seguridad de las respetadas damas en los caminos circundantes al estadio, no se puede recibir a las respetadas damas hasta que se eliminen los defectos”, afirmó la organización en cartas dirigidas a la Junta de Fútbol de la provincia de Azerbaiyán Oriental y al Club Tractor de Tabriz, informó la agencia ISNA.
Cabe recordar que las mujeres en Tabriz, recién habían obtenido el permiso para ingresar al estadio Yadegar Imam, en el juego entre el club Tractor y Zob Ahan de Isfahan de la jornada 23 de la Irán Pro League, disputado el 12 de abril.
La prohibición del género femenino a los escenarios deportivos ha generado todo tipo de opiniones y reacciones, teniendo como gran precedente lo ocurrido en 2022 cuando la policía roció con gas pimienta a un grupo de mujeres que protestaban porque no las dejaban entrar en el estadio para presenciar un partido entre Irán y Líbano clasificatorio para el Mundial de Qatar después de que se les vendieran entradas.
Las imágenes de ese choque entre mujeres y la fuerza de seguridad frente al estadio Imam Reza de la ciudad sagrada de Mashhad, en el noroeste del país, generaron todo tipo de comentarios a nivel mundial.
Alexander Cortés