A partir del 1 de noviembre empezará a regir el impuesto a las bebidas azucaradas. Este impuesto denominado: “impuesto saludable” pretende que entre más costosas sean estas bebidas, se desincentiva su consumo, y si se toman con menos regularidad, el porcentaje de calorías y azúcar que ingiere la población va a ser mucho menor.
Este impuesto se incrementará poco a poco hasta 2025. En específico, hace claridad en que dentro de las bebidas ultra procesadas azucaradas se pueden incluir las bebidas concentradas, polvos, jarabes, carbonatadas, a base de malta, con frutas concentradas, edulcorantes artificiales, de verduras o legumbres y otros aditivos para alimentos, así como las mezclas a base de harina, fécula, extracto de almidón, entre otros. Las bebidas que tengan 6 o más gramos (gr) de azúcar tendrán un gravamen de $18 por cada 100 mililitros (ml). En 2024, esa cifra será de $28 y en 2025 de $38. En el caso de las bebidas que tengan 10 gramos o más de azúcar, tendrán un impuesto de $35 por cada 100 mililitros.
El año siguiente será de $55 y en 2025, de $65. Por otra parte, las bebidas que tengan menos de 6 gramos de azúcares añadidos por cada 100 mililitros tendrán un gravamen de $0, lo que deja abierta la puerta para que en algún momento se incremente este valor (a partir del 2025 el impuesto de $0 solo aplicará para las bebidas de menos de 5 gramos).
Este impuesto ha generado confrontaciones desde 2015 cuando el Ministerio de Salud lo puso sobre la mesa. La industria, ha manifestado que no tendrá los efectos esperados. Este 25 de octubre la Corte Constitucional dio humo blanco al impuesto sobre esas bebidas, una propuesta que había quedado consignada en la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro. Con ocho votos a favor y cero en contra, la Sala Plena del alto tribunal le dio vía libre.
El impuesto a bebidas azucaradas siempre ha estado acompañado de un debate sobre la evidencia que lo respalda. Desde que se inició la discusión hace 8 años, poco a poco se han recopilado más datos para comprender mejor si es o no útil a la hora de hablar de salud pública. Por su parte la Organización Mundial de la Salud, es enfática al afirmar que: “los impuestos a las bebidas azucaradas ayudan a reducir el consumo de estos productos y también la prevalencia de la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la caries dental”.
Paola Martínez