El sistema penitenciario en Colombia inicia el año con cambios importantes; por consiguiente, el director de la Penitenciaría Nacional de La Picota, Horacio Bustamante, presentó su renuncia después de una destacada trayectoria de 28 años en el Inpec. Su decisión, motivada por la convicción de haber cumplido su misión en el cargo, plantea preguntas sobre el futuro de la institución carcelaria.
Bustamante, reconocido por liderar valientes acciones contra la corrupción en La Picota, ha expresado su deseo de seguir contribuyendo al Gobierno Nacional en calidad de asesor una vez que se jubile. Durante su mandato, se destacó por enfrentar prácticas corruptas dentro del centro penitenciario, donde se revelaron presuntos beneficios indebidos a reclusos a cambio de pagos millonarios.
Bajo la dirección de Bustamante, se desencadenó una investigación disciplinaria que involucró a guardias del Inpec y otros funcionarios, señalados de favorecer a reclusos a cambio de dinero. El director saliente ha sido un defensor incansable de la integridad dentro de La Picota, y su partida plantea desafíos sobre quién tomará las riendas en la lucha contra la corrupción en la institución.
La Fiscalía General de la Nación ha arrojado luz sobre otro aspecto preocupante en el complejo penitenciario. En un reciente operativo, se detuvo a un dragoneante, identificado como Jonathan Alexander Tulcán Quispe, acusado de introducir licor a los internos. Más alarmante aún, se reveló que Tulcán Quispe recibía dinero de un cabecilla de las disidencias de las Farc, actualmente detenido en La Picota.
La renuncia de Bustamante también plantea interrogantes sobre la seguridad y la estabilidad interna en la cárcel de máxima seguridad. Se espera que el coronel Daniel Fernando Gutiérrez, director del Inpec, designe prontamente al sucesor de Bustamante para liderar La Picota en esta nueva etapa.
Este anuncio llega apenas unos meses después de un significativo megaoperativo llevado a cabo en octubre del año pasado en La Picota. La intervención resultó en la incautación de 57 celulares, tres módems, botellas de licor, dinero en efectivo y otros elementos de tenencia prohibida, como relojes inteligentes y material tecnológico, en un esfuerzo por erradicar la extorsión y la corrupción.
La entidad informó que el megaoperativo se centró en la estructura tres, particularmente en los pabellones 19, 21, 22 y 14, donde se encuentran recluidas personas por múltiples delitos sociales. La renuncia de Bustamante, en este contexto, plantea la necesidad de una transición sin contratiempos para mantener la estabilidad en La Picota y continuar la lucha contra las prácticas corruptas que tanto daño han causado al sistema penitenciario colombiano.
Humberto ‘Toto’ Torres