En un acto de violencia que ha estremecido a la ciudad, Máximo Primera Barreto, un hombre de 46 años de edad y oriundo de Venezuela, se debate entre la vida y la muerte tras sufrir quemaduras devastadoras en segundo y tercer grado que abarcan más del 90% de su cuerpo. El trágico incidente ocurrió el pasado viernes 7 de junio en el barrio Nelson Mandela de Cartagena, donde Máximo fue presuntamente atacado por su exesposa durante una acalorada discusión en el interior de la residencia de la mujer.
Según informes del Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS), a través de su Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), el agredido fue víctima de un acto atroz, en el cual, aparentemente, su ex pareja le arrojó un líquido inflamable, semejante a la gasolina, para luego prenderle fuego con un fósforo. El resultado fue desastroso, dejando a Máximo con quemaduras que han comprometido gravemente su salud y su vida.
El equipo médico encargado de su atención en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario del Caribe ha descrito su estado como crítico, dada la extensión y la gravedad de las quemaduras sufridas. El pronóstico sigue siendo reservado, mientras los especialistas luchan incansablemente por estabilizarlo y brindarle el mejor tratamiento posible.
El director del DADIS, Álex Tejada, ha asegurado que desde el momento del trágico suceso, se ha coordinado de manera efectiva el traslado y la atención de Máximo, garantizando así una atención médica digna y humanizada. Sin embargo, la tragedia no solo se limita al estado de salud del afectado, sino que también ha dejado un profundo impacto en la comunidad, generando indignación y llamados a la justicia.
Extraoficialmente, se ha conocido que horas antes del fatídico incidente, la presunta agresora había acudido a las autoridades para denunciar a Máximo por violencia intrafamiliar, alegando amenazas de muerte e intentos de agresión por parte del hombre. A pesar de esta denuncia, Máximo habría regresado más tarde a confrontar a su exesposa, desencadenando así el trágico desenlace.
Este lamentable episodio pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar de manera efectiva el problema de la violencia de género y intrafamiliar en la sociedad, así como de brindar mayor protección y apoyo a las víctimas de estos terribles actos. Mientras tanto, la comunidad espera ansiosamente la recuperación de Máximo y exige justicia para aquellos que han sido víctimas de esta cruel realidad.
Saray Vargas López