Un hombre ruso ha sido rescatado tras sobrevivir más de dos meses en un diminuto bote hinchable en el Mar de Ojotsk. La historia de Mikhail Pichugin, de 46 años, es un testimonio de resistencia y tragedia, ya que, aunque logró mantenerse con vida, su hermano y su sobrino no corrieron la misma suerte. La fiscalía del Oriente de Rusia confirmó el rescate el lunes, cuando un pesquero avistó la pequeña embarcación cerca de la península de Kamchatka.
Pichugin había emprendido el viaje a principios de agosto para observar ballenas junto a su hermano de 49 años y su sobrino de 15. Según informes de medios rusos, los tres desaparecieron en su travesía de regreso a la isla Sakhalin el 9 de agosto, momento en el cual se dio inicio a una operación de rescate que, lamentablemente, no logró localizarlos. La situación se tornó crítica cuando su motor falló, dejándolos a la deriva con una escasa provisión de comida y solo 20 litros de agua.
El rescate se produjo después de que la tripulación del pesquero, inicialmente confundiendo el bote con una boya, se sorprendiera al encontrarlo. Al ser recuperado, el náufrago pesaba apenas 50 kilos, tras haber perdido la mitad de su masa corporal. En un primer momento, Pichugin no compartió detalles sobre su supervivencia o las circunstancias de la muerte de su hermano y su sobrino, lo que dejó muchas preguntas sobre las duras condiciones que enfrentó.
El capitán del pesquero explicó que la baja actividad pesquera en el Mar de Ojotsk durante esos meses podría haber contribuido a que el bote no fuera avistado antes. A pesar de su frágil estado, Pichugin logró aferrarse a una cuerda que le permitió ser rescatado, exclamando “no me queda fuerza” al ser sacado del mar. La fiscalía ha abierto una investigación para determinar las causas del incidente y evaluar posibles incumplimientos de normas de seguridad que resultaron en la muerte de dos personas.
Después de ser rescatado, Pichugin fue trasladado al hospital regional de Magadán en estado grave, presentando claros síntomas de deshidratación e hipotermia. En declaraciones posteriores, reveló que tanto su hermano como su sobrino murieron de agotamiento, incapaces de soportar las extremas condiciones. A pesar de la tragedia, su esposa expresó que el peso inicial de Pichugin, que rondaba los 100 kilos, pudo haber jugado un papel crucial en su supervivencia, al considerarlo un verdadero “milagro” haber logrado salir con vida de esta odisea. La comunidad ahora espera que su historia no solo sirva de advertencia, sino también de inspiración en medio de la adversidad.
Mariana Obando