Con la “nueva normalidad” que vive el mundo en medio de la pandemia por el coronavirus, el turismo como lo conocíamos ha cambiado. Por un lado, están quienes añoran viajar al exterior; otros buscan alternativas más cercanas para seguir descubriendo su país de origen.
Colombia está llena de lugares con historias fascinantes e imponentes paisajes. Uno de ellos es Paipa, a tan solo 2 horas de Bogotá. Ubicado en el departamento de Boyacá, este destino conserva uno de los monumentos más representativos de la historia patria.
El Pantano de Vargas es un sitio histórico ubicado a 10 km del casco urbano de Paipa. Allí se encuentra el Monumento a los Lanceros, una imponente obra para conmemorar la batalla del 25 de julio de 1819, la cual significó una victoria patriota sobre las tropas realistas.
El Monumento a los Lanceros del Pantano de Vargas fue inaugurado en 1969 e incluye una serie de esculturas en honor a los 14 lanceros al mando del coronel Juan José Rondón. Fue declarado bien de interés cultural en 1975 y se conserva como una parada necesaria para todo aquel que desee conocer la historia de la independencia.
Un lugar rodeado por la historia
En los alrededores del Monumento a los Lanceros hay otras edificaciones que hacen parte de la historia patria. Por ejemplo, frente a los escalones que dan ingreso a la escultura se encuentra la Casa Museo Juan de Vargas, la cual conserva su arquitectura colonial y, según la tradición oral, perteneció a la familia Vargas –un matrimonio y 12 hijos-, quienes habrían sido fusilados por los realistas pensando que eran informantes de Simón Bolívar.
Desde la Casa Museo se alcanza a ver otra edificación histórica: la Casa de las Seis Ventanas, cuartel realista durante la batalla. Cuentan que, tras la derrota, huyeron del lugar abandonando el botín de guerra.
Otros sitios, aunque actualmente pertenecen a particulares, siguen en pie en los alrededores del Pantano de Vargas, como el asentamiento patriota donde habrían amputado el brazo del militar irlandés James Rooke –miembro de la legión británica que marchó junto a Bolívar-, o la hacienda La Mariñera, cuyos antiguos propietarios ayudaron con recursos al ejército libertador.
Imponente y con una riqueza histórica que llevará al pasado a cada visitante, el Pantano de Vargas también está rodeado por establecimientos comerciales, cafés, artesanías y restaurantes. Un destino turístico al aire libre para visitar en tiempos de pandemia.