Es la obligación de vacunarlos también contra el virus causante de la pandemia producida por la desidia del comunismo chino.
Por eso, en buena hora salió el otro día el gobierno a despejar dudas al respecto y a aclarar tan delicada situación.
En tal sentido, el director de Migración Colombia hizo todos los esfuerzos intelectuales y políticos posibles para demostrar que:
1- No hay xenofobia, ni discriminación alguna. Que este no es un gobierno que trate de mejorar las raquíticas encuestas generando odios ni explotando la indefensión de quienes huyen del despotismo.
2- No hay indolencia, ni prepotencia segregacionista : Nada de esto “tiene que ver con la nacionalidad sino con el orden" de aplicación de la vacuna. Y, por último,
3- No se está tratando de convertir al inmigrante en el origen de todos los males que padece el país ; males como la inseguridad, el desempleo y el espionaje.
Lo que pasa, dice, es que “el 82 por ciento de los migrantes venezolanos llegan hasta los 39 años de edad y no entran en el grupo prioritario para obtener la vacuna”.
El gobierno también es explícito en su Plan Nacional de Vacunación cuando afirma que "se incluyen los migrantes que residen en el país en situación regular en las mismas condiciones que la población connacional. No obstante, se continuarán buscando alternativas para vacunar también a quienes están en el país en condición irregular".
Con lo cual, el gobierno lo ha aclarado todo. Absolutamente todo. Hasta el último detalle.
Y los desvalidos compatriotas deben creerle todo. Absolutamente todo. Hasta el último detalle.
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vicentetorrijos.com