En el cierre del año para el sector solidario desde Ibagué, Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, se alzó con un discurso desafiante, proyectando un horizonte que desafía cualquier intento por desdibujar los avances de su mandato. Con apenas dos años al frente, Petro lanzó un mensaje contundente hacia cualquier gobierno venidero, especialmente aquel que se oponga a los principios del Pacto Histórico que representa.
“Nosotros no vamos a chuzar a nadie, no vamos a meter a nadie de la oposición a la cárcel ni los vamos a perseguir. Lo que sí exigimos es que haya un pueblo que sea capaz de transformar la historia de Colombia y es el momento”, reiteró Petro desde la capital tolimense.
La firmeza de sus palabras refleja la convicción de un líder que se aferra a su legado, proclamando que ningún gobierno contrario a los valores fundamentales que él encarna logrará desmantelar lo construido hasta ahora en el país. Desde la profundidad de sus convicciones, dejó en claro que su elección no es un fenómeno pasajero, sino una expresión ciudadana que clama por la paz, el desarrollo y la prosperidad.
El presidente colombiano subrayó el riesgo de un retorno a un pasado oscuro, dominado por la corrupción y los intereses mafiosos, advirtiendo sobre los rumores de que un futuro gobierno de ultraderecha podría intentar deshacer su labor. Su discurso, cargado de convicción, proclamó la necesidad de construir una democracia arraigada en el poder del pueblo, lejos de los vicios del pasado.
“No puede volver a ese pasado de mafiosos en el poder. Nosotros tenemos que construir una democracia profunda, y la democracia es el poder del pueblo. El pueblo tiene que correr en este momento de la historia”, enfatizó.
La visión de Petro para Colombia se enmarca en una “era donde todo colombiano y colombiana pueda caber en su país, el país de la belleza. Una era de paz y de conocimiento, una era de poder popular de un pueblo que puede llegar a todas las fronteras del saber humano”, afirmó el presidente.
El evento no solo marcó un cierre simbólico, sino que sirvió de plataforma para la presentación de una propuesta de agenda social cooperativa. Petro aseguró que ningún microempresario o individuo puede avanzar solo; la clave está en la colaboración y la unidad.
“En todo terreno de la vida no hay ninguna opción para que un hombre solo o una mujer sola pueda prosperar. El camino de la absoluta soledad en el ser humano no es más sino el camino de la muerte. Y nosotros somos el camino de la vida, el país de la vida, la potencia mundial de la existencia”, proclamó.
El presidente hizo hincapié en la necesidad de pensar en grande y actuar con audacia. Destacó la importancia de grandes inversiones hacia la asociación solidaria para impulsar la economía nacional y subrayó que el cambio propuesto depende de la fuerza del pueblo y la restauración de principios humanos fundamentales.
En su cierre, Petro vislumbró un futuro modelado por la economía cooperativa y solidaria como el camino hacia el progreso en Colombia. Dejó claro que la continuidad de su legado no está solo en sus manos, sino en la voluntad colectiva de la población por avanzar hacia un futuro próspero y colaborativo.
En resumen, el presidente Petro cerró el evento proyectando un horizonte desafiante y esperanzador, uno que desafía cualquier intento por deshacer los avances logrados hasta ahora y que invita a Colombia a unirse en pos de un futuro colectivo brillante.
Humberto ‘Toto’ Torres