Más que un cuantioso golpe financiero a esta guerrilla, esta acción también debilita su capacidad criminal en diversas regiones del país.
La Fiscalía General de la Nación ha dado un duro golpe a las finanzas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con la incautación de bienes avaluados en más de $33.000 millones. Esta acción se llevó a cabo tras una exhaustiva investigación que vinculó a 25 personas con actividades ilícitas del grupo armado.
Entre los bienes embargados destaca una avioneta localizada en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, utilizada para actividades ilícitas por el ELN. El operativo, liderado por la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio, permitió identificar 141 bienes que no correspondían a la capacidad económica ni a los ingresos lícitos de los investigados. Estos activos incluyen 51 vehículos, 24 fincas, 41 inmuebles en zonas urbanas, siete sociedades, nueve establecimientos de comercio y sumas significativas en efectivo, tanto en pesos como en dólares.
La mayoría de los bienes incautados se encuentran en Antioquia, aunque los operativos también se extendieron a Santander, Córdoba y Cundinamarca. Las investigaciones revelaron que estos activos fueron adquiridos con recursos provenientes de extorsiones, secuestros y explotación ilícita de minerales, prácticas recurrentes de financiamiento para el ELN.
Jorge Iván Caro, director especializado de Extinción de Derecho de Dominio, explicó que se crearon sociedades en los sectores ganadero y minero para ocultar el origen ilegal de los recursos, buscando blanquear el dinero obtenido a través de actividades criminales.
“Los activos identificados habrían sido obtenidos con dineros producto del cobro de extorsiones, la ejecución de secuestros y la explotación ilícita de minerales. Asimismo, se conoció que fueron creadas sociedades comerciales en el ámbito ganadero y minero para presuntamente ocultar el origen ilegal de los recursos, y así evadir los controles de las autoridades”, expresó el funcionario.
El impacto de esta operación trasciende lo meramente financiero, debilitando el actuar delictivo del ELN en varias regiones del país. Este es uno de los mayores golpes recientes a las estructuras económicas del grupo, que ahora enfrenta una pérdida significativa de sus capacidades logísticas y operativas.
Juan Joya