Gobierno rectifica y radica nuevamente consulta popular en el Senado tras polémica por firma de ministro Jaramillo

En un giro inesperado, el Gobierno nacional volvió a radicar este lunes 26 de mayo la nueva consulta popular ante el Senado, luego de que la primera presentación —firmada por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo— generara controversia por un posible vicio de procedimiento. La iniciativa, que mantiene las mismas 16 preguntas (12 sobre derechos laborales y 4 sobre reforma a la salud), fue depositada en la Secretaría General del Senado alrededor de las 5:00 p.m., esta vez con la rúbrica del presidente Gustavo Petro y todos sus ministros.

La polémica por las funciones delegatarias
La medida llega después de que sectores políticos cuestionaran la validez del trámite inicial, argumentando que Jaramillo, pese a tener funciones delegatarias durante la ausencia de Petro, no tenía competencia legal para radicar una consulta popular. “Por tramposos y radicar la consulta sin los requisitos que establece la ley, tuvieron que volver a radicar ahora con la firma de Petro”, afirmó la representante Katherine Miranda, quien advirtió que el nuevo plazo podría retrasar la discusión hasta después del 20 de julio.

El representante Andrés Forero fue más allá, acusando al ministro de “abuso de función pública” y calificándolo de “chambón” por asumir atribuciones que, según él, no le correspondían. “El presidente tuvo que radicarla nuevamente porque Jaramillo no tenía delegación para ello”, sostuvo.

¿Riesgo de retraso?
Aunque el Senado tiene originalmente 20 días para pronunciarse sobre la consulta, el reinicio del trámite podría alargar el proceso. No obstante, aún existe la posibilidad de que el debate se concrete antes del 20 de junio, cuando finaliza la legislatura ordinaria. Miranda, sin embargo, mostró escepticismo: “El lío es que la discusión podría quedar para después del 20 de julio”, señaló, refiriéndose al receso congresional que comienza el 20 de junio.

Contenido inalterado
Pese al cambio en el procedimiento, el contenido de la consulta se mantiene intacto. Las preguntas buscan respaldo ciudadano para iniciativas clave del Gobierno, como la reforma laboral —que avanza en el Congreso— y cambios en el sistema de salud. La decisión de reenviar el documento refleja la cautela del Ejecutivo para evitar futuros cuestionamientos jurídicos.

Mientras el oficialismo insiste en que la consulta es un mecanismo legítimo para fortalecer su agenda, la oposición aprovecha el traspié para cuestionar la gestión ministerial y los tiempos legislativos. El escenario queda servido para una nueva pulseada política en el Capitolio.

Humberto ´Toto’ Torres