El presidente Gustavo Petro oficializó este jueves, a través del decreto 1523 de 2024, el Presupuesto General de la Nación para el próximo año, que asciende a $523 billones en gasto, pero cuenta con $511 billones en ingresos, dejando un déficit de $12 billones. Este faltante, según el mandatario, se debe al hundimiento en el Congreso de la reforma tributaria que buscaba cubrir esta brecha.
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Aplazamientos y ajustes obligatorios
“He firmado el presupuesto desfinanciado en $12 billones de pesos tal como se presentó al Congreso de la República y tal como ordena la Constitución Nacional. En el decreto de liquidación se expresará cuáles partidas de funcionamiento e inversión se aplazarán en el 2025”, explicó Petro.
El presidente añadió que este aplazamiento se mantendrá mientras el Gobierno busca alternativas para financiar el déficit. Petro atribuyó el fracaso de la reforma tributaria a lo que denominó “la acción oscura de los dueños de los juegos de suerte y azar ilegales” dentro de las Comisiones Económicas del Congreso.
Relaciones tensas con el legislativo
El Presupuesto General fue expedido por decreto luego de que las Comisiones Terceras y Cuartas de Senado y Cámara, responsables de los temas económicos, rechazaran la propuesta inicial del Gobierno. Este hecho ha llevado a una ruptura en las relaciones entre el Ejecutivo y estas células legislativas.
Petro no dudó en responsabilizar a estas comisiones por el hundimiento de la reforma tributaria, señalándolas como las principales culpables del actual desfinanciamiento del presupuesto.
Implicaciones económicas y políticas
Con un déficit de $12 billones y sin la aprobación de una reforma tributaria, el panorama fiscal del 2025 luce desafiante. El Gobierno deberá priorizar y aplazar partidas tanto de funcionamiento como de inversión, lo que podría impactar sectores clave para la economía y el desarrollo social.
La decisión también evidencia las tensiones políticas entre el Ejecutivo y el Congreso, lo que podría complicar aún más la aprobación de futuros proyectos de ley de importancia económica.
Por ahora, el país espera detalles sobre las partidas que serán aplazadas y las estrategias que implementará el Gobierno para cubrir este faltante. Las preguntas sobre la viabilidad del presupuesto y sus consecuencias políticas siguen en el aire.
Humberto ‘Toto’ Torres