El expresidente Alberto Fujimori fue liberado de la prisión de Barbadillo tras cumplir casi 16 años de reclusión, luego de que el Tribunal Constitucional emitiera una orden de excarcelación en medio de un complejo debate judicial.
El Instituto Penitenciario de Perú confirmó la liberación de Fujimori, en cumplimiento de la orden del Alto Tribunal, a las 6 de la tarde de este miércoles, marcando así el fin de su prolongada estadía en prisión.
Esta decisión del Tribunal Constitucional parece estar en contradicción con una disposición previa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que instaba al Estado peruano a mantener al exmandatario tras las rejas.
Previamente a su salida, los hijos de Fujimori, Kenji y Keiko, se trasladaron al penal en espera de la liberación de su padre, una solicitud presentada por ellos mismos ante el Tribunal Constitucional, que, junto con un nuevo recurso de Hábeas Corpus, contribuyó a la resolución final del Tribunal, validando el indulto otorgado por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski y ordenando la liberación inmediata de Fujimori.
El argumento principal de la solicitud sostenía que, dada su edad avanzada de 85 años y su precaria salud, la excarcelación era necesaria.
Fujimori, condenado en 2009 a 25 años por crímenes de lesa humanidad cometidos en los años 1991 y 1992, compartía prisión en Barbadillo con otros expresidentes peruanos como Alejandro Toledo y Pedro Castillo, quienes también cumplen condenas en el mismo penal.
Según reportes de medios peruanos, Fujimori se dirigirá a la casa de su hija Keiko, donde planea residir. No obstante, el exmandatario enfrenta aún procesos legales pendientes en el país, lo que le prohíbe abandonar territorio peruano.
Humberto ‘Toto’ Torres