Esto es lo que puede hacer si encuentra irregularidades en las listas de útiles exigidas por los colegios

Para este 2023, los padres de familia deberán pagar entre el 15% y 18% más que el año anterior en los útiles escolares, con este aumento, el gasto para esta temporada escolar sería de $350.000, sin incluir textos o libros adicionales. Para preescolar el promedio estaría  alrededor de $360.000, para primaria $222.000 y para bachillerato se presupuesta un gasto de $412.000.

Ante esto, los comerciantes de las papelerías aseguran que este aumento es un resultado del alza del dólar, la inflación, la escasez a nivel mundial de materias primas y los altos costos en el transporte, lo que dificulta la fabricación de estos útiles, su distribución y finalmente la comercialización de estos.

En medio de estos aumentos, los padres de familia también expresan que los útiles escolares que son exigidos por diferentes instituciones, no hacen parte de lo básico para el estudio de los niños.  

Hernan Trujillo, Director de Inspección y Vigilancia de la Secretaría de Educación, habló a los micrófonos de Colmundo Radio y  le recomendó a los acudientes de los estudiantes, que en caso de que un colegio se exceda solicitando útiles escolares, debe acercarse a la secretaria del colegio, sino se obtiene respuesta “en cada localidad de Bogotá hay una dirección local de educación, ahí está el director o directora local de educación, donde atenderán la petición o queja de la institución”. 

Por su parte, Trujillo aclaró que en caso de no ser solucionada la petición en esta dirección, se puede poner una queja a través del correo  contactenos@educacionbogota.gov.co donde debe especificar los detalles del colegio y mencionar el abuso de requerimientos presentado. “La Secretaría de Educación buscará que sea atendida y superada la situación”, añadió el Director. 

Aquellos colegios que no se rijan ante las amonestaciones por parte de la Secretaría de Educación, se les impondrán multas que están entre 50 a 200 salarios mínimos vigentes. 

Finalmente, los establecimientos educativos no pueden incurrir en prácticas restrictivas en torno a los materiales educativos, tales como útiles, uniformes y textos, así como el exigir proveedores, marcas específicas o el establecer mecanismos que de cualquier forma impidan la concurrencia de múltiples proveedores 

Redactado por Sara Camila Fajardo