Es muy extraño, pero la mayoría de las personas no han comprendido lo que significa la esperanza, la entienden como algo ilusorio y muy lejos de la realidad, algo así como: “está muy difícil mi situación, pero me queda un poquito de esperanza”. La verdad es que la Biblia da a entender claramente lo que es la esperanza. El concepto bíblico de la esperanza es: “una expectativa segura”. La esperanza entonces es, una firme y clara seguridad, una certeza sobre las cosas que no son claras y que aún no vemos.
24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Romanos 8:24-25
La esperanza hace parte de la vida, es un componente vital del ser humano, sin esperanza, la vida pierde su sentido, queda un sinsabor en todo, no podemos vivir sin esperanza.
Las personas que confían o ponen su esperanza en Dios, serán ayudadas, serán respaldadas y no serán confundidas, ni avergonzadas o decepcionadas ante todas aquellas situaciones que a lo largo de la vida tenemos que enfrentar.
Tener esperanza es tener confianza de la total y frecuente protección, provisión y ayuda de nuestro buen Dios.
Hoy es el día de creer, de avanzar, de crecer y de disfrutar de las enormes y bellísimas Promesas de Papá Dios.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.
Salmo 46:2-3
La esperanza debe estar arraigada en la fe en Dios, declarando que todo lo que anhelamos se hará realidad por medio de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
En un mundo tan agreste y difícil como este, tener esperanza en que Dios nos ayudará, será un bálsamo que sustentará y fortalecerá nuestras vidas. Tendremos la certeza de ser bendecidos y la garantía de que las promesas del Señor se cumplirán.
No podemos rendirnos ante esas dificultades que quieren aplastarnos y dejarnos fuera del camino, nos vamos a levantar con todas las fuerzas y con toda la esperanza.
Recordemos que junto con la fe y el amor, la esperanza es una virtud que Dios nos da para vivir mejor…Somos más que vencedores.
Escrito por Édgar Jaimes