Este jueves, los líderes de Guyana y Venezuela se reúnen en un encuentro esperado, abordando un conflicto territorial arraigado en la región del Esequibo. Aunque no es una disputa nueva, las recientes tensiones entre ambas naciones han aumentado, generando expectativas sobre el desenlace de esta cita clave.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su homólogo guyanés, Mohamed Irfaan Ali, sostendrán un encuentro bilateral, esperándose que aborden la disputa por el Esequibo, una zona de alto valor debido a los descubrimientos de reservas masivas de petróleo y gas en aguas cercanas a Guyana.
El escenario de esta reunión es San Vicente y las Granadinas, con Ralph Gonsalves, primer ministro de dicho país, como anfitrión. Gonsalves ha desempeñado un papel crucial como mediador, impulsando este encuentro que fue fruto de conversaciones entre Maduro, Gonsalves y António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. Actualmente, Gonsalves ejerce como presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El trasfondo de esta reunión se enmarca en un incremento de tensiones recientes entre Guyana y Venezuela. El conflicto territorial se centra en la soberanía del Esequibo, un área en disputa que ha generado preocupación por un eventual conflicto bélico en la región.
Mientras Venezuela busca “preservar la paz en América Latina y el Caribe” a través de este encuentro, la Oficina del presidente guyanés confirmó la participación de su mandatario, dejando claro que la frontera terrestre de Guyana no está en discusión.
A pesar de la expresión de voluntad para cooperar, existe un desacuerdo crucial sobre el papel de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Mientras Guyana solicitó la intervención de este órgano, Venezuela no reconoce su jurisdicción, generando una divergencia adicional en la resolución del conflicto.
El pasado 3 de diciembre, Venezuela realizó un referendo no vinculante, donde el 95% de los participantes respaldaron la anexión del Esequibo al territorio venezolano, según el Consejo Nacional Electoral. Esta acción intensificó la presión en la situación ya tensa, siendo denunciada por Guyana como un intento de justificar la anexión territorial.
La Corte Internacional de Justicia ya había ordenado a Venezuela no tomar acciones unilaterales en el Esequibo hasta su pronunciamiento oficial, a raíz de las reclamaciones de ambos países. Este encuentro bilateral representa una oportunidad crucial para buscar una vía diplomática que evite una escalada en la tensión y contribuya a la estabilidad regional.
Humberto ‘Toto’ Torres