En Dublín, donde se lleva a cabo la Cumbre Mundial sobre la Diáspora, organizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Vicepresidenta y Canciller Marta Lucía Ramírez, en representación del Gobierno Nacional, mostró los logros de Colombia frente a los migrantes venezolanos en el país y propuso iniciativas que involucren la inclusión social.
'Para crear condiciones para que los migrantes contribuyan plenamente al desarrollo sostenible en todos los países, debemos ser novedosos y ambiciosos en la forma en que abordamos la migración: la respuesta humanitaria debe limitarse a un corto plazo y ser rápidamente reemplazada por esquemas de incorporación, a través de oportunidades de trabajo y emprendimiento para los migrantes, que les permitan tener condiciones adecuadas de vida para ellos y sus hijos y aportar al desarrollo económico de los países que los han acogido', expresó la funcionaria.
Afirmó también que Colombia aspira a que la discusión que se da en Dublín, incluya la determinación de cuál es el costo de atención adecuada por migrante, pues se trata de un asunto critico si se tiene en cuenta que, según ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, el 85% de los refugiados del mundo se encuentran hoy en países en desarrollo.
'Debemos aspirar a que cada migrante cuente con un recurso per cápita de cooperación, el cual sea relativamente equivalente para todos los países receptores y les permita brindar condiciones equivalentes a todos los migrantes', comentó.
Agregó que 'dado que todos los seres del mundo tienen necesidad de alimentación, educación, salud y un techo, no existe motivo que justifique que los recursos destinados actualmente para los migrantes de Venezuela sean menores a un tercio de aquellos destinados para los migrantes de Siria'.
Por otro lado, la funcionaria hizo un llamado para que este foro compare las distintas experiencias y marcos jurídicos que han expedido diferentes Estados, tomando los mejores elementos de cada uno y con ello, estandarizar un modelo de Estatuto Temporal de Protección que pueda ser aplicado en países de distintas regiones del mundo.
'Colombia puede compartir su experiencia en el diseño de un modelo pensado en el largo plazo, que sustituye la ayuda humanitaria por la integración y, como característica única en el mundo, obtener un permiso de residencia permanente o acceso a la ciudadanía después de 10 años', expresó.
La Vicepresidenta y Canciller fue enfática al explicar que no se puede normalizar el fenómeno de la migración.
'Como hemos insistido en Colombia, por una parte, el principio de corresponsabilidad, según el cual ningún país debería excusarse de ofrecer alternativas de democracia, protección y oportunidades a un determinado número de migrantes. Por la otra, obrando en aplicación del principio de humanidad, entendiendo que se trata de seres humanos, despiojados de la estabilidad de su hogar, familias divididas, condiciones precarias y falta de esperanza a futuro', indicó.
La Vicepresidenta y Canciller también aseguró que esta reunión ocurre en un contexto crítico de incremento de los flujos migratorios a nivel mundial y sostuvo que 'debe haber mayor capacidad de incorporarlos a la educación técnica, vocacional y superior. De este modo, se logrará una condición doble de empoderar económicamente a los migrantes y convertir a la diáspora en un activo valioso para el desarrollo de los países, generando inversión extranjera, redes transnacionales de conocimiento y catalizadores del desarrollo', puntualizó.
El evento tiene como propósito hacer un balance de la implementación del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, en especial su objetivo 19; y busca posicionar la diáspora como una nueva visión y agenda al más alto nivel político para resaltar la importancia de comprometerse con las comunidades transnacionales como agentes y aceleradores del desarrollo sostenible.