“En Colombia persiste una cultura antisindical profundamente arraigada”: Yessika Hoyos, presidenta del Cajar

En una entrevista exclusiva para el Informativo Digital Colmundo, la presidenta del Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo (Cajar), Dra. Yessika Hoyos Morales, se pronunció sobre los recientes despidos de dos trabajadores sindicalistas de Ecopulpack S.A.S, hechos que calificó como un nuevo acto de discriminación antisindical. La conversación abordó las implicaciones de estas decisiones empresariales y el contexto general de los derechos laborales en Colombia.

Un fallo que evidencia persecución

“El pasado 26 de noviembre, el Juez 2 Penal del Circuito de Zipaquirá absolvió a Edison Ferney Castillo, Marlen Ávila, Edgar Castiblanco y Luis Hernando Chávez, tras una acusación que duró más de 11 años y que no logró probar la comisión de ningún delito”, relató Hoyos. Según la abogada, el fallo puso de manifiesto una persecución sistemática contra los trabajadores por haber fundado y sostenido el sindicato Sinaltraindustrias en la compañía.

“Queda demostrado que hubo actos de presión, amenazas y una constante criminalización contra quienes decidieron mantenerse firmes en su derecho a sindicalizarse”, señaló. Además, destacó que la Fiscalía, durante la etapa de indagación, se limitó a trasladar las denuncias de la empresa en lugar de garantizar una investigación objetiva.

Pese a la absolución, Ecopulpack entregó cartas de despido a dos de los trabajadores recientemente exonerados, prohibiéndoles el ingreso a la empresa hasta el fin de sus contratos. Este acto, según Hoyos, “es una muestra clara de la persistencia de la empresa en su postura antisindical, afectando los derechos fundamentales de sus empleados”.

La lucha contra la cultura antisindical en Colombia

La presidenta del Cajar destacó que estos hechos no son aislados: “En Colombia, persiste una cultura antisindical profundamente arraigada, que no solo se manifiesta en acciones individuales de empresas privadas, sino también en un contexto estructural que atenta contra los derechos de los trabajadores”.

El abogado Sebastián Escobar, también representante del caso, añadió que Ecopulpack no solo presionó a los empleados a renunciar al sindicato, sino que ofreció estímulos, como ascensos, para quienes se desvincularan del mismo.

Un llamado urgente a las instituciones

Desde el Cajar, han solicitado al Ministerio del Trabajo que investigue las prácticas de persecución sindical de la empresa y a la Fiscalía que actúe conforme al artículo 200 del Código Penal. “Estos actos violan el derecho a la libertad sindical y desconocen el amparo de las altas Cortes y la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, afirmó Hoyos.

Cerrando la entrevista, la presidenta del Cajar reiteró: “La justicia laboral no puede depender de luchas de más de una década ni de interpretaciones restrictivas de los derechos fundamentales. Los trabajadores en Colombia merecen garantías plenas para organizarse y defender sus derechos sin temor a represalias”.

El caso de Ecopulpack se convierte en un llamado a la reflexión sobre el estado de los derechos laborales en el país y la necesidad de acciones concretas para erradicar las prácticas antisindicales.

Humberto ‘Toto’ Torres