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Empate amargo en el Pascual: “A como se dio el partido, perdimos dos puntos”

El conjunto escarlata dejó ir dos puntos ante un Corinthians ganable, que con muy poco sumó su primer punto y dejó abierto el grupo.

A pesar del lleno absoluto, no todo fue fiesta en el San Fernandino. América, que llegaba de derrotar 3-1 a Racing de Uruguay, no pudo revalidar su gran momento en casa y terminó cediendo puntos ante el rival directo, perdiendo así una gran oportunidad de mantenerse líder y de darle un golpe de autoridad al favorito del grupo, por historia y jerarquía, porque ayer quedó evidenciado que no tiene mucho fútbol esta temporada.

Diferentes objetivos motivan a ambos equipos. Mientras América ve esta copa como una gran vitrina y el torneo prioridad esta temporada, Corinthians, que se quedó afuera de la Copa Libertadores en la tercera fase, es un equipo que, según se filtró desde la interna, no está muy motivado con jugar Sudamericana, llegando a afirmar que el Brasileirao les da más ingresos. Cierto o no, ayer el Timao fue un equipo sumiso. En el primer tiempo, América perfectamente pudo haberlo liquidado, pues le ganó el balón, los duelos, jugaba en terreno contrario y lo presionaba con gran efectividad. Sin embargo, a todo lo positivo que hacía América le faltaba la estocada: el gol. Un solo tanto es muy poca diferencia si al frente se tiene a un equipo brasileño.

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Ramos aviva la ilusión y el VAR anula un gol que pudo cambiar el juego

Merecidamente, América se va arriba en el marcador al minuto 24. Una jugada que partió de un saque de manos derivó en Éder Álvarez Balanta, que hizo las veces de pivote, y un Ramos que aprovechó la oportunidad —pues no venía siendo titular— para hacer un control dirigido que lo dejara con el perfil para rematar. Disparó y abrió el marcador.

En la primera jugada del segundo tiempo, una jugada que no parecía tener peligro terminó colándose porque pasó en medio de muchas piernas y dejó de frente a portería a Cristian Barrios, que definió muy bien abajo ante la salida de Matheus Donelli. Todo era alegría; con la ventaja de dos, el partido era distinto. Sin embargo, el tanto fue bien anulado, pues aunque Barrios partía metros habilitado, Ramos hace la cortina para que la pelota pase, y el peruano sí se encontraba en fuera de juego.

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“Los equipos son buenos, la copa es difícil, pero el fútbol nos enseña que hay que estar concentrado los 90 minutos”, afirmó Juan Fernando Quintero.

El segundo tiempo, lejos de ser cómodo, América empezó a sufrirlo. Ramón Díaz envió a la cancha a André Carrillo, jugador que fue determinante, pues su velocidad, potencia y desborde le permitieron a Corinthians adueñarse de la banda derecha. El Timao, por ese carril externo, encontraba espacios y empezaba a generar peligro. Carrascal, más centralizado y adelantado, y Mina, solo porque Duván Vergara poco aportó en marca, le dieron facilidades al peruano de encontrar espacios, y por ese camino llegaría el tanto del empate.

Corinthians hacía méritos: no llegaba con peligro, pero ya mostraba otro semblante y pasaba fácil al ataque. América también se fue quedando físicamente: ya no marcaba igual y el retroceso no era correcto. Había espacios bien aprovechados por los jugadores frescos de Corinthians. Sería Matheuzinho al minuto 81 quien, con algo de suerte —pues su remate mordido se desvía en Pestaña— pondría el empate.

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Empate agridulce, América lo pudo ganar

América pagó caro el no haber liquidado el partido en el primer tiempo, cuando fue superior. Dejó crecer a Corinthians, que, aunque no tuviera a sus figuras y no haya tenido un gran partido, sí cumplió con su cometido: sumar en Cali para ir enderezando el camino luego del debut.

“El segundo tiempo cambia, los cambios le dieron un aire y nosotros empezamos a sentir el desgaste en el segundo tiempo. Dado a como se dio el partido, perdimos dos puntos, pero hay que tener en cuenta el rival”, declaró Jorge ‘Polilla’ Da Silva.

América ahora se prepara para lo que será otro duelo clave: tendrá que visitar a Huracán de Argentina, donde, de acuerdo al resultado de ayer, es obligatorio sumar.

Alexander Cortes