La violencia en la región del Catatumbo continúa escalando tras un nuevo comunicado emitido por el Frente de Guerra Nororiental del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el cual se lanzan amenazas directas a comerciantes, gremios y empresas que, según la guerrilla, están colaborando con las disidencias de las FARC.
El grupo armado advierte a varios sectores económicos, señalando específicamente a los comerciantes, mototaxistas y colaboradores en los municipios de Tibú y El Tarra, declarando a estos como “objetivo militar”. El ELN afirma que estos actores están “colaborando con dinero” con las disidencias, acusaciones que han generado gran preocupación en la región. En el comunicado, afirman que quienes no cesen de apoyar a las disidencias serán tratados como objetivos militares: “Hacemos un llamado a todos los COMERCIANTES, al GREMIO DE MOTOTAXIS de Tibú, El Tarra y sus alrededores y a todos los que colaboran con dinero a esta cúpula, que dejen de hacerlo o serán declarados objetivo militar”.
La amenaza se extiende también a empresas de gran renombre, como ECOPETROL, DISCO y CENS. Según el comunicado del ELN, estas compañías estarían realizando “negociaciones debajo de la mesa” con las disidencias de las FARC, lo que las convierte también en “objetivo militar”. El ELN señala de forma directa a algunos de los involucrados: “La empresa DISICO junto con el extorsionista y rata Hair Rincón de CENS y su títere Freddy Vera de CENS […] son declarados objetivo militar”. Esta amenaza puede generar mayores temores de ataques a la infraestructura de estas empresas y la seguridad de sus empleados.
Uno de los puntos más polémicos del comunicado fue la calificación del ELN al cabecilla de las disidencias conocido como “comandante Richard”. El ELN lo describe como un “paramilitar” y afirmó tajantemente que “seguirá corriendo sangre en el Catatumbo hasta que no se entregue”. Este tipo de lenguaje y amenazas elevan aún más la tensión en una región ya devastada por el conflicto armado.
Las consecuencias de estas amenazas no solo afectan a los comerciantes y empresas señaladas, sino que también podrían empeorar las condiciones económicas y de seguridad en la región. Los líderes sociales temen que estas amenazas desencadenen más violencia, restringiendo aún más el acceso a bienes y servicios en los municipios afectados.
En respuesta a este comunicado, líderes sociales, organizaciones defensoras de derechos humanos y campesinas del Catatumbo han condenado las amenazas del ELN. Desde la región se hace un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la comunidad internacional para intervenir y evitar que la violencia se intensifique aún más. La situación ha llevado a los habitantes del Catatumbo a pedir medidas para garantizar la seguridad de todos los actores involucrados.
A pesar de las amenazas, el ELN también expresó en su comunicado que “en el camino de una solución pacífica al conflicto social armado” sus combatientes han enfrentado “insaciablemente las inmundicias de las disidencias de las FARC”. Sin embargo, la violencia constante y las amenazas a sectores económicos cruciales complican cualquier avance hacia una paz duradera.
La situación en el Catatumbo refleja la complejidad del conflicto armado en Colombia, donde la violencia entre grupos ilegales sigue afectando a civiles y actores económicos clave. La respuesta del Gobierno y de la comunidad internacional será fundamental para evitar una mayor escalada de la violencia en esta región.