Y Moldavia puede ser el siguiente paso de Putin en su escalada expansionista.
Moldavia es un país muy débil y militarmente insignificante.
A diferencia de Ucrania, que siempre ha tenido un ejército poderoso, Moldavia no tiene capacidades físicas para resistir una invasión.
En la práctica, el país podría ser devorsdo por Rusia en un santiamén.
Es por eso que requiere protección y ayuda. Y es encomiable que España esté presente allá, en Chisináu, su capital, para lanzar una advertencia al Kremlin.
El Reino Unido también lo ha entendido y lo ha asumido, de tal modo que la ministra de Exteriores anuncia que le proveerán armamento estandarizado de última generación.
Por supuesto, con eso no basta, y Chisináu seguirá estando en vilo hasta que la Alianza Atlántica se decida a emprender en territorio moldavo un despliegue preventivo o una misión militar de mantenimiento de paz, como quieran llamarla.
Porque si EEUU, como líder de la OTAN, sigue pensando en vociferar mediáticamente « ¡ que viene el lobo ! » para desenmascarar las intenciones del Kremlin, ya sabe lo que le espera.
Dicho de otro modo, aún hay tiempo para que la historia de Osetia, Abjasia, Chechenia, Crimea … y Ucrania, no se reproduzca una y otra vez.
Biden tiene la palabra. Los responsables serán la OTAN y la UE.
vicentetorrijos.com