El carro quedó totalmente destruido y él quedó sumergido en un estado de coma profundo del que nadie daba esperanza de una posible recuperación. Su esposa, todos los días iba a visitarlo en su cama de hospital, mientras observaba entristecida el pálido rostro del hombre que amaba, pero que prácticamente había perdido.
Cerca de un año llevaba la fiel mujer visitándolo diariamente y todos los días encontraba la misma escena desesperanzadora en aquella habitación. Un día Ella antes de salir a su visita diaria, se aplicó el perfume que había usado siempre para agradar a su esposo y cuya fragancia a él le encantaba, cuando llegó al hospital algo singular sucedió; el aroma del perfume llegó hasta las fosas nasales del esposo enfermo y algo se produjo en su cerebro en aquel momento, una inexplicable y milagrosa reacción orgánica comenzó a tener lugar.
Los signos vitales se comenzaron a acentuar, y se dio inicio a un acelerado proceso de recuperación, que permitió qué en una semana este hombre volviera de su profundo sueño y se restaurará totalmente ante la observación atónita de los médicos.
Los diarios publicaron su historia con el siguiente título: “el viejo perfume del amor paso a John Sullivan de la muerte a la vida”. Qué historia tan hermosa, un simple perfume que le traía a la memoria la mujer que amaba, le permitió encontrar la salida de su laberinto.
Definitivamente este caso es una excelente confirmación del poder curativo que el amor puede producir en la vida de una persona. Por eso debemos tener claro que nuestra máxima necesidad para experimentar salud total es el amor.
Pero ¿qué es el amor? Según el diccionario, el amor es un sentimiento de afecto universal que se tiene hacia una persona, animal o cosa. Para mí es mucho más que un sentimiento, el amor es un verbo y por lo tanto es una acción, el amor es un comportamiento y por lo tanto es una decisión, pero además el amor es el más grande mandamiento dado por Dios.
No olvidemos que Dios nos creó a su imagen y semejanza, Dios es amor y es por esa razón que los seres humanos tenemos una necesidad insaciable de amor. En nuestro paso por la vida necesitamos alguien que nos ame y alguien a quien amar; cuando hay ausencia de amor o hemos recibido impactos de rechazo, nos enfermamos y se transmite a la persona el mensaje de no ser amado.
Debemos tener claro que siempre será insuficiente el amor que recibimos de las personas, sin embargo, no podemos ser pesimistas y negarnos a encontrar la salud integral y el equilibrio psicoemocional que todos necesitamos.
Es probable que por muchos años hayas estado sumergido en el caldo de cultivo del rechazo, que hayas experimentado abandono, maltrato, abusos, humillaciones y por consiguiente estés viviendo hoy las consecuencias, que pueden ser sentimientos de indignidad.
Asimismo, deseos de no haber nacido, sentimientos de inferioridad, imposibilidad para expresar tus sentimientos, depresión, introspección, perfeccionismo, ausencia de autodisciplina, irresponsabilidad, preocupaciones, dudas, temores, autocondena, autodesprecio, culpas, entre otros.
Por esto, se hace necesario que encuentres el verdadero amor, que aceptes el ofrecimiento divino de salud a través del único método que puede sacar tu vida de la tristeza a la alegría, de la oscuridad a la luz.
Ahora bien, que descubras y experimentes el sobrenatural amor de Dios que todo lo sana y puedas convertirte en un generoso distribuidor de amor en una sociedad enferma, donde el desánimo, los sentimientos de soledad, orfandad, abandono, aburrimiento, angustia interior, desmotivación, desilusión, ganas de llorar, autocompasión, hipersensibilidad, hostilidad, resentimiento, amargura y la dureza de corazón, son el pan nuestro de cada día.
Por consiguiente, recuerda que el amor es el regalo más precioso que podemos dar, porque el amor es medicinal. El amor lo sana todo.
Para profundizar en este tema te invito a leer el libro del Dr Nestor Chamorro, “Entre el conflicto y la salud” de la editorial publimundo.
Además, Te invitamos a participar de las reuniones teoterapicas en las sedes de la ICT donde permanentemente estamos creando espacios para experimentar el poder curativo del amor.
Escrito por Jaime Dueñas