Este martes los amantes al fútbol vieron recompensadas sus grandes expectativas que giraban en torno a un juego que prometía mucho y cumplió. Manchester City y Real Madrid regalaron un auténtico show en el Etihad Stadium por la ida de las semifinales de la Champions League.
En la previa se especulaba mucho sobre un juego que debía ser intenso y de mucha agresividad por parte de ambas escuadras. Desde el pitido inicial, Manchester City asumió el rol de protagonista y en 10 minutos ya ganaba 2-0.
De Bruyne abrió el marcador al anotar de cabeza tras una jugada de antología de Riyad Mahrez. Unos minutos más tarde, Gabriel Jesus sacó provecho de una pifia de Alaba para vencer a Courtois y anotar el segundo tanto del juego, lo que hacía imaginar que el cotejo podía terminar con una goleada de escándalo.
Esa premisa estuvo lejos de cumplirse y a pesar de no jugar bien, el Real Madrid es el Real Madrid y complicó a su rival con el descuento de Karim Benzema, el salvador de esta temporada para su equipo, y que dejaba con un sin sabor al City de pasar de un posible 3-0 a un 2-1.
El City nunca perdió su intensidad y apenas a los 8 minutos de la segunda parte, Phil Foden demostró el gran momento que está pasando en el equipo de Guardiola y aumentó la ventaja a dos goles nuevamente.
La alegría duró poco porque el City es un excelente equipo ofensivo pero uno de sus pilares cometió un error grave en salida, el veterano Fernandinho se vio fácilmente superado por la juventud y explosividad de Vinicius Junior y desde la mitad de la cancha realizó una carrera demoledora, que acabó en el segundo descuento del Madrid, y que hizo recordar aquellos tiempos de gran estado físico de Gareth Bale.
El club de Manchester nunca dejó de presionar y a 15 del final logró adelantarse otra vez por dos goles gracias a una joya de Bernardo Silva. El portugés clavó la pelota en la escuadra derecha de Courtois luego de un gran amague que se "comió" la defensa "blanca", en la que estuvo acompañada por una caída cerca al área de otro jugador del City.
Lo peor que un equipo puede hacer es cometer un error frente al Real Madrid. Cuando ya solo restaban 10 minutos y el conjunto inglés podría entrar en su juego de posesión para controlar a su rival, Laporte tocó la pelota con la mano dentro del área y el juez no dudó en señalar penal. Esta acción la aprovechó Benzema con un lujo, una "picadita" que solo un crack haría en esa instancia, y así anotó su segundo gol del compromiso para volver a recortar distancias, llegando a 14 goles en su temporada europea y ser el máximo goleador de la competición este año.
De esta manera finalizó uno de los mejores compromisos de esta edición de la Champions, que le permitió a los españoles salir vivos de Inglaterra y les siembra dudas a los ingleses, quienes fueron un equipo arrollador en el desarrollo del cotejo pero que no lo pudieron evidenciar en el resultado final, lo cual deja todo servido para vivir otra épica batalla, la próxima semana, en el Santiago Bernabeu.
Rafael David Arámbula Ochoa.