El conjunto Verdolaga fue efectivo y le ganó con facilidad a un Deportivo Pereira para ser sólido líder del campeonato.
Puntaje perfecto y buenas sensaciones, Atlético Nacional cabalga en el inicio del campeonato y es el equipo a vencer. Este domingo, en el cierre de la jornada dominical, hizo ver mal a un Deportivo Pereira que no levanta; en tres fechas continúa sin ganar y mostrándose muy discreto. Morelos y Viveros por duplicado sellaron una contundente victoria del conjunto antioqueño.
“Después de haber jugado la final hace tres días, veníamos en el avión, y se escuchan los cantos de los chicos que querían un rato de descanso. Al día siguiente fue la práctica más intensa desde que llegamos. El jugador tiene hambre”, afirmó en conferencia de prensa Javier Gandolfi.
Muy cercanas a las declaraciones de su entrenador, se vio a Atlético Nacional en cancha, que a pesar de haber conseguido los tres títulos locales, parece haber dado rápidamente vuelta a la página y replantearse ser el mejor del fútbol colombiano. Haciendo uso de una nómina mixta, dando minutos a algunos emergentes y refuerzos para darle descanso a jugadores que venían de jugar entre semana la Superliga, Nacional salió con determinación a aprovechar su buen momento contra un rival que, en términos generales, fue flojo. Compitió 36 minutos, en donde hizo el juego parejo, de ida y vuelta e incómodo a Nacional ejerciendo un ordenado, robusto y eficaz trabajo defensivo. Sin embargo, en una jugada que parecía de fácil control, ya que la marca ejercida por el Grande Matecaña era superioridad numérica, el central Santiago Aguilar cometió una imprudencia, se dejó ganar por el impulso y le otorgó un tiro penal a Atlético Nacional, opción que capitalizó el Búfalo.
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La apertura del marcador inclinó el juego a favor del Verdolaga, no solo en el marcador, sino también en el trámite. A partir de ahí, Nacional siempre fue más, creció y encontró espacios en el juego por afuera, aprovechando el posicionamiento del Pereira, que, urgido de empatar, salió un poco más. Viveros, jugado como falso nueve, y Faber Gil por el carril exterior derecho empezaron a marcar la diferencia con diagonales y desdobles explosivos. Nacional tuvo varias opciones para aumentar el marcador, pero no tuvo eficacia y se fue al descanso un tanto arriba.
Para la segunda mitad, Pereira lo intentó, pero rápidamente Nacional, que había echado mano de algunos jugadores estelares como Marino Hinestroza y Edwin Cardona, además del ingreso de revulsivos como Andrés Salazar y Kilian Toscano, volvió a marcar en un momento clave del juego. En una transición, se invirtieron los papeles: esta vez fue Morelos quien asistió a Viveros, quien, a la carrera y con la marca de un hombre, rompió el arco de Salvador Ichazo para aumentar la diferencia y dar un golpe psicológico definitivo al Grande Matecaña.
Nacional volvió a tomar el control del juego, partiendo de la posesión, los cambios de ritmo y la explosividad de un bloque defensivo demoledor. Continuó generando oportunidades de gol, y sería en el epílogo del juego cuando llegaría una asistencia entre líneas de Edwin Cardona para un activo Viveros, quien, aunque se le fue largo el control, logró desde el piso sacar un misil hacia arriba para anotar el 3-0 definitivo.
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“Estoy muy contento de poder ayudar a mi equipo. Sabíamos que era un partido difícil y lo trabajamos. El delantero vive del gol y esto me fortalece para lo que viene. No habíamos jugado mucho los dos delanteros, pero nos hablamos mucho en los movimientos, en el entrenamiento y en el juego fue así”, declaró la figura del juego, Kevin Viveros.
Así las cosas, Nacional sumó su tercera victoria al hilo para ser líder del campeonato con puntaje perfecto. Más allá del rendimiento, también reconforta que en tres jornadas es el segundo equipo más goleador de la liga con 8 tantos y la única valla invicta de la liga. Por otro lado, roto su nómina, denotó un nuevo esquema táctico, jugando con dos delanteros, dándole más protagonismo a los refuerzos: Billy Arce, Faber Gil y Camilo Cándido.
Alexander Cortes