El envejecimiento de la población en Colombia se ha convertido en un fenómeno que, según recientes estudios y proyecciones, podría posicionar al país como uno de los más envejecidos del mundo hacia el año 2070. La corporación financiera Corficolombiana, en su último informe de coyuntura económica, alertó sobre las implicaciones sociales, económicas y estructurales que esta transición demográfica plantea para la nación, destacando cifras reveladoras que marcan una tendencia preocupante.
Según el informe, los nacimientos en Colombia en 2024 registraron una caída del 13,7 %, consolidando un descenso que comenzó antes de la pandemia de 2019, pero que se ha acelerado desde entonces. En comparación con los niveles previos a la pandemia, los nacimientos en 2024 fueron un 31 % menores que los observados en 2019, reflejando una dinámica demográfica en transformación. La caída sostenida en la natalidad se suma al aumento en la expectativa de vida, que ha pasado de 71 a 77 años, según las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), y podría superar los 85 años en 2070.
Consulte el informe completo aquí: https://investigaciones.corfi.com/documents/38211/0/240421-F.pdf/b1cd8c28-a478-a622-2947-a4dcee24132a
De acuerdo con los expertos, “el proceso de envejecimiento de la población colombiana sería más acelerado que el experimentado por Japón”, país ampliamente documentado por su envejecimiento poblacional desde la segunda mitad del siglo XX. La comparación con Japón destaca diferencias estructurales importantes, como el menor PIB per cápita de Colombia, la alta informalidad en el empleo y la baja cobertura del sistema pensional. Según Corficolombiana, “solo uno de cada cuatro adultos mayores en Colombia accede a una pensión”, lo que deja a la mayoría con ingresos insuficientes frente a los retos que supone este cambio demográfico.
El informe subraya que el envejecimiento no solo impactará la productividad laboral, sino también la capacidad fiscal del Estado para responder con infraestructura, servicios de salud y políticas públicas adecuadas. Actualmente, las restricciones fiscales y el sistema pensional marcan desigualdades, dejando a los trabajadores informales en una posición desfavorable en comparación con los formales.
A su vez, se identificaron sectores con alto potencial en el marco de la llamada “economía plateada”, que podrían dinamizar la innovación y la inversión público-privada. Entre ellos se incluyen la atención domiciliaria, la telemedicina, las viviendas accesibles, los servicios financieros adaptados y la educación continua, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En una comparación, mientras en Japón una de cada tres personas supera los 65 años, en Colombia esta proporción es de una de cada diez, lo que podría representar una ventaja demográfica frente a economías desarrolladas. A pesar de ello, Corficolombiana advierte que “la acelerada reducción en la natalidad tras la pandemia intensificará el envejecimiento poblacional: uno de cada tres colombianos será mayor de 65 años en 2070”. Este ritmo acelerado genera preocupaciones sobre la sostenibilidad económica y social del país.
El informe concluye que, para mitigar los efectos del envejecimiento, Colombia debe adoptar políticas migratorias inclusivas que sostengan su fuerza laboral y faciliten la integración de migrantes mediante el reconocimiento de competencias. Además, señala que la transformación productiva basada en tecnología y programas de reentrenamiento laboral podría ser clave para enfrentar los desafíos de una población activa envejecida.
En vista de estos datos, la adaptación del sistema de salud y de la infraestructura del país se presentan como aspectos cruciales para garantizar una transición demográfica efectiva que minimice la desigualdad y promueva un desarrollo sostenible. Este informe insta a la acción inmediata para enfrentar este fenómeno que, aunque desafiante, también podría ser aprovechado como una oportunidad estratégica para fortalecer la economía y la sociedad colombiana.
JUAN JOYA