Dadas las complicaciones de la intervención, dos hombres y una mujer huyeron del apartamento donde realizaban el procedimiento.
La víctima del procedimiento fue identificada como Ada Ardila, de 38 años, quien en la noche del 28 de octubre fue encontrada en el segundo piso del edificio San Ignacio, en el centro de Medellín. Desde el lugar se realizó el reporte; el cuerpo de la mujer fue hallado sin signos vitales y con una apertura en la parte baja del abdomen, como resultado de una lipotransferencia abdominal.
Según testimonios de la sobrina de Ardila, quien la acompañó a la intervención, la cita era a las 3 de la tarde y fueron recibidas por tres personas que serían los encargados de la operación. Posteriormente, ingresaron a la mujer a un apartamento donde habían improvisado un quirófano. La cirugía inició sobre las cinco de la tarde, pero pasadas las seis, los presuntos médicos advirtieron a la acompañante que el procedimiento se había complicado e informaron que llamarían a una ambulancia; luego escaparon del lugar.
Cuando miembros de la ambulancia, auxiliares de Atención Prehospitalaria (APH), ingresaron a la clínica clandestina para verificar el estado de salud de Ada Ardila, se dieron cuenta de que ella ya no tenía signos vitales. Los mismos aseguraron que en el lugar no había medidas de asepsia para realizar intervenciones como la que se estaba llevando a cabo y que, además, con el cuerpo en el estado en que se encontraba, debían haber tomado acciones para evitar que se infectara.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, lamentó lo ocurrido con esta mujer y manifestó que “nuevamente se están conociendo esos casos de mujeres que fallecen en centros asistenciales piratas, por decirlo así, debido a cirugías estéticas. Ya con la Secretaría de Salud y en articulación tanto con la Alcaldía como con la Gobernación, estamos haciendo los respectivos controles porque no podemos permitir que vuelvan a aparecer esas llamadas clínicas de garaje”.
En el lugar y durante la inspección, encontraron varios documentos de identificación, como cédulas, tarjetas profesionales y licencias de conducción. Se investiga si pertenecen a alguna de las personas que participaron en la cirugía estética.
Gina Amariles