El cohete Ariane 5 se despidió en su último vuelo tras 27 años de lanzamientos, dejando un vacío en la industria espacial europea en un momento desafiante. La creciente competencia global ha dejado a Europa sin medios para lanzar misiones pesadas de forma independiente debido a los retrasos del Ariane 6 y la retirada de los cohetes rusos.
El último vuelo del Ariane 5, el número 117, despegó el miércoles desde el puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa. El lanzamiento fue retrasado dos veces debido a problemas técnicos y mal clima.
La carga útil de este último vuelo incluyó un satélite de comunicaciones militares francés y otro alemán. Marie-Anne Clair, directora del Centro Espacial Guayanés, expresó que este último vuelo del Ariane 5 estaba lleno de emoción para todo el equipo.
Aunque tuvo un inicio accidentado con explosiones en 1996 y 2002, el cohete Ariane 5 demostró ser confiable y realizó numerosos lanzamientos exitosos. Incluso la NASA confió en él para lanzar el telescopio espacial James Webb.
Europa ha estado dependiendo de los cohetes rusos Soyuz para misiones pesadas mientras esperan el Ariane 6, cuyo primer lanzamiento estaba programado para 2020. Sin embargo, la cooperación espacial con Rusia se vio interrumpida debido a las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania.
El futuro de la industria espacial europea está en juego mientras esperan la llegada del Ariane 6 y buscan soluciones para mantenerse competitivos en el mercado global de lanzamientos. Los desafíos actuales han dejado una pausa en el horizonte, pero el espíritu y la determinación de Europa en el espacio siguen siendo fuertes.