El emblemático programa de pandas del Zoológico Nacional llega a su conclusión después de más de 50 años de historia, marcando el retorno de los queridos osos blanco y negro a China. La partida de Tian Tian, Mei Xiang y su cachorro más joven, Xiao Qi Ji, representa el cierre de una era en el zoológico, que fue pionero en la llamada “diplomacia panda” en Estados Unidos.
El programa de pandas chinos, que ha sido un punto de atracción para visitantes de todo el país, ha llegado a su fin. El Zoológico de Atlanta se convierte en el último refugio de estos adorables animales procedentes de China en los Estados Unidos, pero incluso allí, el contrato de los cuatro osos expira el próximo año, y su futuro es incierto.
China ha utilizado con éxito la diplomacia panda como una herramienta para avanzar en sus “necesidades políticas y diplomáticas”, estableciendo relaciones y ganando influencia en todo el mundo. A pesar de la interrupción de este programa en el Zoológico Nacional, China asegura que el enfoque principal es la conservación y la investigación de estas especies en peligro de extinción.
Este programa de intercambio de pandas comenzó en 1972, tras la histórica visita del presidente Richard Nixon a China, cuando el gobierno chino regaló dos pandas gigantes a Estados Unidos como un gesto de mejora en las relaciones bilaterales. Desde entonces, estos animales carismáticos se han convertido en un símbolo de amistad entre las dos naciones.
Los acuerdos entre China y los zoológicos estadounidenses estipulan que Beijing es propietario de los pandas y sus crías, y requieren pagos para la conservación de estos animales. Por ejemplo, el Zoológico Nacional ha pagado $500,000 al año por su programa de pandas.
Este programa no solo ha sido una atracción turística, sino también una oportunidad para que científicos y cuidadores estudien y avancen en la conservación de los pandas gigantes. Sin embargo, en los últimos años, el número de pandas en Estados Unidos ha disminuido, coincidiendo con las tensiones en las relaciones entre ambos países.
Aunque el futuro de los pandas en los zoológicos estadounidenses es incierto, el personal del Zoológico Nacional mantiene la esperanza de que China envíe más pandas en el futuro. Mientras tanto, el Zoológico de Atlanta se prepara para despedir a los últimos pandas chinos en su cuidado.
La pregunta que queda en el aire es si alguna vez los pandas volverán a Estados Unidos, y para ello, algunas voces sugieren que Jill Biden, la primera dama actual, podría desempeñar un papel importante en ese esfuerzo, similar a cómo Pat Nixon trajo los pandas por primera vez a Washington hace décadas.
Sala digital Colmundo