En zona rural del municipio de Hacarí, tropas del batallón de Despliegue Rápido N 7 del Ejército, lograron interrumpir lo que sería una acción terrorista en contra del Ejército y población civil.
Las investigaciones de las autoridades lograron reconocer al responsable de estas cargas explosivas, acusando a Carlos Armando Cacua Guerrero del ELN, por la instalación de los artefactos explosivos, infringiendo flagrantemente las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario y haciendo uso de métodos de guerra no convencionales.
Por otro lado, en zona rural del municipio de Sardinata en la vereda el Higuerón, tropas de la segunda división del Ejército desactivaron un campo minado. Se conoce que este campo era una vía utilizada habitualmente por los campesinos del lugar.
Las autoridades informan que estos hechos se basan en respuestas de grupos armados y operativos de narcotráfico.
El pasado 10 de julio, durante varias horas, la vía Tibú – Cúcuta permaneció cerrada debido a un plan preventivo, luego de que se conociera la instalación de dos cargas explosivas improvisadas.
El general Omar Sepúlveda, comandante de la Segunda División del Ejército, manifestó en RCN: “gracias a los medios tecnológicos con los que cuenta el Ejército Nacional, nuestros soldados de la Fuerza de Tarea Vulcano, ubicaron y neutralizaron dos artefactos explosivos improvisados”.
“Estos explosivos son instalados por estos narcoterroristas cerca a la población civil, para sembrar terror en la región y evitar la reacción oportuna de los soldados, usando a la comunidad como escudos humanos”, dijo el comandante de la Segunda División del Ejército.
Escrito por Sara Camila Fajardo