La bogotana de 66 años fue exaltada en la categoría de escultura de los Praemium Imperiale de Japón por reflejar la historia del conflicto.
La artista colombiana Doris Salcedo recibió este martes 19 de noviembre, el galardón de manos de princesa Hitachi, esto la convierte en la primera colombiana en ser homenajeada con este premio que hace alusión a su obra,el arte es una herramienta para narrar la historia, representando la violencia, pérdida, memoria y dolor.
La escultora ha participado en bienales, ha desarrollado exposiciones e incluso es miembro honorario del Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York, además, ha trabajado como docente. Cabe destacar, que no solo es acreedora del premio artístico más destacado de Japón, sino que obtuvo el reconocimiento como el Hiroshima Art Prize, el Nasher Sculpture Award y el Nomura Art Award.
Desde el Ministerio de Cultura elogiaron el logro de la artista colombiana, además, Jaimes Cerón, curador del Museo Nacional señaló: “Es un reconocimiento a la importancia de prestar atención a las víctimas en términos de reparación y no revictimizarlas al intentar hacer visibles sus historias”.
https://x.com/mincultura/status/1859054429116182644?s=46
La artista y escultora Doris Salcedo nació en Bogotá, Colombia, en 1958. En los años 80 estudió una licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y posteriormente hizo una maestría en la Universidad de Nueva York. De acuerdo con el sitio web oficial del Praemium Imperiale, su pasión por el dibujo comenzó a la corta edad de 6 años. El vivir en Colombia mientras se desarrollaba todo el conflicto entre las FARC, las milicias y las fuerzas gubernamentales la marcó.
“Crecer en Colombia me dio una perspectiva desde la cual mirar el mundo. Ha definido la totalidad de mi trabajo”, destacó Salcedo, cuyas piezas se basan en la experiencia de las víctimas de la violencia. En su taller trabaja de la mano de unas 50 personas, por lo cual describe su obra como un esfuerzo colectivo. En la actualidad trabaja en una pieza construida con cabello humano donde se aborda el domicidio.
Gina Amariles