Director de la CAR alerta sobre la disminución de los embalses que abastecen a Bogotá: “Las lluvias no están cayendo donde deben caer”

Los últimos informes entregados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) muestran una preocupación creciente sobre la situación del agua en Bogotá y Cundinamarca. El Sistema de Chingaza, uno de los principales abastecedores de agua de la capital, ha experimentado una disminución sostenida en sus niveles. Este panorama no solo refleja las consecuencias de una temporada seca, sino también el impacto de un consumo irresponsable y desmedido.

Según el reporte más reciente, los embalses de Chingaza pasaron de un 46,78% de su capacidad al 46,64% en las últimas semanas. Un descenso que, aunque parezca mínimo, se suma a una tendencia preocupante. El embalse de Chuza, por ejemplo, ha visto una reducción más pronunciada, bajando de un 38,32% a un 38,20%. Aunque el embalse de San Rafael se mantiene en un 74,11%, también muestra señales de baja continua.

Pero la situación no termina ahí. Los embalses del Agregado Norte, que abastecen otras zonas del departamento, también han caído de un 54,11% a un 54%, lo que representa una cifra alarmante para la disponibilidad de agua en los próximos meses.

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Alfredo Ballesteros, director de la CAR, no ha dudado en alertar sobre la gravedad de la situación, insistiendo en la necesidad urgente de adoptar medidas de ahorro de agua. “El ahorro de agua es indispensable en estos momentos”, recalcó el director, destacando que, sin un cambio en los hábitos de consumo, el suministro podría verse comprometido.

La CAR ha ofrecido recomendaciones prácticas para los ciudadanos, como reparar grifos y llaves con fugas, recolectar agua de lluvia para regar plantas, reutilizar el agua de la lavadora y limitar las duchas a un máximo de tres minutos. Además, la entidad hace un llamado a la conciencia colectiva, instando a los habitantes de Bogotá y Cundinamarca a ser responsables con el uso del recurso.

En medio de este escenario, Ballesteros también señaló que las lluvias no han caído donde más se necesitan. A pesar de que más de 20 departamentos del país recibieron precipitaciones en la última semana, los embalses en Cundinamarca no recibieron las lluvias necesarias para mitigar la caída de los niveles de agua. “Las lluvias no están cayendo en donde deben de caer”, apuntó el director, señalando un factor externo que agrava aún más la situación.

El descenso en los niveles de los embalses no solo refleja una preocupación por el presente, sino también por el futuro. Si no se implementan medidas inmediatas y eficaces para reducir el consumo de agua, el acceso a este recurso vital podría verse gravemente afectado en la región. Las autoridades, por su parte, continúan monitoreando la situación de cerca y reiteran que la eficiencia en el uso del agua debe ser una responsabilidad compartida entre todos los ciudadanos.

La información sobre los niveles de los embalses y su porcentaje de reducción es actualizada diariamente por la CAR a través de su cuenta en X, manteniendo a la población informada sobre el estado del recurso hídrico y las acciones que deben tomarse para garantizar su preservación.

Es hora de reflexionar: ¿Hasta qué punto somos responsables del futuro de nuestros recursos naturales? La respuesta, aunque incómoda, es clara: es necesario cambiar hábitos de consumo, adoptar prácticas sostenibles y, sobre todo, tomar conciencia de que el agua, ese recurso tan abundante y vital, no está garantizado.

Humberto ‘Toto’ Torres