En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, celebrado este 17 de junio, Colombia enfrenta una realidad alarmante: el 40% de su territorio presenta algún grado de vulnerabilidad a estos fenómenos, según datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).
Las regiones más afectadas son La Guajira, el norte del Cauca y zonas del Magdalena Medio, donde la degradación de los suelos ha reducido drásticamente la capacidad productiva de la tierra. Expertos advierten que, de no tomarse medidas urgentes, para 2030 se perderían cerca de 2 millones de hectáreas de suelo fértil, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria.
“Estamos perdiendo la batalla contra la desertificación”, señaló el ministro de Ambiente, Carlos Correa, durante el lanzamiento de una nueva campaña de reforestación. El funcionario explicó que el Gobierno trabaja en un plan integral que incluye la siembra de 5 millones de árboles nativos y la implementación de sistemas de riego eficientes en las zonas más críticas.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado a los países para acelerar las acciones contra la degradación de tierras. En su informe anual, el organismo destacó que la desertificación afecta directamente a más de 3.200 millones de personas en el mundo, siendo América Latina una de las regiones más vulnerables.
En Colombia, las comunidades indígenas y campesinas son las más perjudicadas. En La Guajira, por ejemplo, el 60% de los cultivos se han perdido en los últimos cinco años debido a la sequía extrema, según reportes de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
“Nuestros abuelos nunca vieron una tierra tan seca como ahora”, relató José Luis Ipuana, líder wayúu de la Alta Guajira. Agregó que la falta de agua ha obligado a muchas familias a migrar hacia las ciudades, abandonando sus tradiciones.
Ante esta crisis, corporaciones autónomas regionales y organizaciones ambientales han unido esfuerzos para promover prácticas sostenibles. Entre las iniciativas destacadas está el proyecto “Guardianes del Bosque Seco”, que busca restaurar más de 10.000 hectáreas en el Valle del Cauca y Tolima mediante técnicas de agroforestería.
¿Qué sigue?
El Gobierno nacional anunció que presentará un proyecto de ley para declarar la lucha contra la desertificación como asunto de seguridad nacional, lo que permitiría destinar mayores recursos a este fin. Mientras tanto, expertos insisten en que la educación ambiental y la participación comunitaria son claves para mitigar el impacto de estos fenómenos.
Conclusión:
En este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, Colombia tiene ante sí el reto de implementar soluciones sostenibles y articuladas para proteger sus suelos y garantizar el futuro de las próximas generaciones.
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