Los anfibios que transportaba son considerados como unos de los más peligrosos del mundo.
Las autoridades capturaron a una mujer de nacionalidad brasilera que pretendía sacar del país 130 ejemplares de ranas arlequín, consideradas como una de las especies más venenosas del mundo. La mujer, que iba a abordar un vuelo a Brasil con una escala en Panamá, será judicializada por el delito de tráfico de fauna silvestre.
Según la Policía Metropolitana de Bogotá, la mujer de aproximadamente 30 años había escondido a los animales en frascos dentro de su equipaje de bodega. Sin embargo, durante los controles habituales de los oficiales, pudieron evidenciar que dentro de los envases se encontraban los anfibios en pésimas condiciones.
Los ejemplares encontrados ya presentaban signos de asfixia, no contaban con ventilación suficiente y las temperaturas amenazaban su supervivencia.
“La Policía Nacional de Colombia, en el marco de la protección de los recursos naturales, mediante actividad de prevención y control en el Aeropuerto Internacional El Dorado, logró la captura de una persona de nacionalidad extranjera por el delito de tráfico de fauna”, aseguró el coronel Juan Carlos Arévalo, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Esta especie en peligro de extinción es apetecida en los mercados internacionales. Tan así es que los coleccionistas pueden llegar a pagar hasta mil dólares por cada ejemplar, considerando su belleza exótica y procedencia.
Una vez que los funcionarios del aeropuerto requirieron la documentación necesaria para el transporte de fauna silvestre, la mujer alegó que se trataba de un obsequio recibido de las comunidades étnicas de Nariño.
Frente a la cantidad de especies transportadas y el daño considerable al ecosistema, las autoridades iniciaron el proceso de judicialización por el delito de tráfico de fauna. La mujer fue dejada a disposición de la fiscalía y entregada a la Secretaría Distrital de Ambiente.
Juan Joya