Después de varios días de cálculos, Israel respondió la semana pasada al masivo pero infructuoso ataque que, con 300 proyectiles, Irán lanzó sobre su territorio.

🌐 ASTROLABIO # 254 - VIERNES, 26 DE ABRIL DEL 2024

Está claro que toda escalada conflictiva supone una incertidumbre muy alta en cada ronda de ataques ; y que eso es lo que que impulsa-y-contiene a los adversarios al mismo tiempo.  

En consecuencia, se esperaba que Israel contraatacara.  Pero la pregunta era, de qué modo.

En vez de lanzar un golpe muy agudo, quirúrgico, y con absoluta precisión, Jerusalén optó por una acción opaca, inocua, casi anónima.

Algunos colegas israelíes han señalado que esa autocontención tuvo el propósito de mostrar que el país era capaz de afectar a las plantas iraníes de investigación sobre armamento nuclear, pero que prefirieron abstenerse de destruirlas, limitándose tan solo a enviar un mensaje al respecto.

Como sea, el resultado tiene dos caras.  

Por una parte, Israel habría desperdiciado un momento de inmejorable legitimidad para diezmar la amenaza nuclear iraní.

En ese sentido, su actuación podría considerarse como un fiasco muy similar a aquel en el que incurrieron los persas al no haber acertado con ninguno de sus disparos.

Así las cosas, Israel habría evitado caer en la puerilidad de la retaliación por instinto, o tan solo por orgullo propio.

Pero, por otra parte, en ese “tit for tat” ( toma y dame ) que no es igual a la ley del talión ( ojo por ojo ), Israel evitó una escalada crítica de alto riesgo.

En un momento en que lo importante es terminar la guerra contra Hamás y estabilizar el vecindario próximo, enfrascarse en una guerra aérea con Teherán no pareciera muy rentable.

Como si fuera poco, los EEUU, que son su principal aliado, también está inmersos en esa guerra, y en la de Ucrania, de tal forma que -por ahora-, tampoco parecen estar en condiciones de desgastarse en tales tretas.

En pocas palabras, la verdadera respuesta israelí aún no se ha producido y solo tendría sentido si consigue asestar un golpe esencial que paralice la amenaza nuclear iraní.

Ya llegará el momento en que, tras neutralizar a Hamás ( en el primer nivel ) y a sus asociados en el mencionado vecindario próximo ( segundo nivel), los israelíes se enfoquen en el tercer nivel : el de recobrar a plenitud la disuasión descomponiendo las capacidades persas para que no se rompa el exiguo equilibrio que aún existe en la región.

vicentetorrijos.com