El pasado viernes 31 de mayo, ciudadanos que transitaban por la calle de La Moneda en el Centro Histórico quedaron atónitos al presenciar el desplome parcial de una antigua casa abandonada.
La vivienda, pintada de azul y blanco, se encontraba en un segundo piso, justo sobre una tienda de ropa. Testigos relatan que, de manera súbita, fragmentos del techo y el balcón comenzaron a caer, generando pánico entre los transeúntes. La rápida acción de la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cartagena (OAGRD) coordinó la respuesta ante la emergencia.
El Cuerpo de Bomberos acudió al lugar para remover los escombros y garantizar la seguridad de la zona. Simultáneamente, la Unidad de Reacción Inmediata de Gestión del Riesgo realizó una inspección detallada para evaluar los riesgos potenciales.
La calle de La Moneda fue acordonada para prevenir accidentes, mientras que la Secretaría de Infraestructura llevó a cabo una evaluación exhaustiva de la estructura afectada.
Lo que hace este suceso aún más perturbador es el oscuro pasado de la casa. Según revelaciones de la OAGRD, la propiedad fue confiscada por la Fiscalía tiempo atrás debido a su presunta vinculación con actividades relacionadas con la trata de personas. Desde entonces, la vivienda quedó abandonada, lo que contribuyó al deterioro progresivo de su estructura.
Este incidente ha generado un llamado de atención sobre la necesidad de intervenir en las edificaciones abandonadas y en riesgo en el Centro Histórico, no solo para preservar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, sino también para garantizar la seguridad de sus habitantes y visitantes.
Finalmente, las autoridades locales han anunciado medidas preventivas adicionales para evitar tragedias similares en el futuro, reafirmando su compromiso con la protección y el cuidado del entorno urbano de Cartagena.
Saray Vargas López